Amigas, amigos, Presidente Aristóteles Sandoval, Presidente Municipal de Guadalajara, distinguidas personalidades que encabezan este evento.
El día de hoy inicia el ya tradicional Festival Cultural de Mayo aquí en nuestra Ciudad, y tiene como tema el Bicentenario y tiene como invitados especiales a países hermanos como Colombia, Chile, Argentina y España.
No es que queramos hacer una apología de la guerra, por el contrario, no es que al evocar el Bicentenario estemos nosotros deseosos de recordar el derramamiento de sangre; evocamos el Bicentenario principalmente para reconocer el ideal y el espíritu del pueblo latinoamericano que busca la libertad, que defiende la libertad, que promueve el respeto a la dignidad de la persona, y si hay algo que rescatar de lo mucho que aportó el Movimiento de Independencia sobre todo aquí en Guadalajara, no son hechos bélicos de los cuales nos podamos sentir orgullosos, porque creo que nadie puede sentirse orgulloso del derramamiento de sangre. Pero sí podemos sentirnos orgullosos de que aquí en Guadalajara el Padre de la Patria Don Miguel Hidalgo abolió la esclavitud no sólo para México o la América española sino para todo el hemisferio occidental, y fue de aquí en Guadalajara en donde se da ese aporte a la humanidad de reconocernos como iguales.
Eso es lo que en Jalisco queremos celebrar, el reconocimiento de la dignidad de la persona humana y en esta ocasión, en este Festival Cultural de Mayo el motivo es propicio a través de los eventos artísticos de las muestras y de las exposiciones, tenemos la oportunidad de reconocernos los pueblos de América como pueblos hermanos que tenemos un pasado en común y que tenemos características que nos acercan.
Pero no solamente como algo anecdótico, sino buscando la solidaridad de la gente y la solidaridad de los pueblos, para que no existan esas diferencias tan marcadas en nuestros pueblos para que no exista injusticia social, para que no exista opresión, la solidaridad de la gente y de los pueblos como respuesta a las necesidades de nuestras naciones.
Esta también es una oportunidad de reconciliación histórica, nos han enseñado que la vida se conforma por buenos y malos, por blancos y negros, por la gente que está conmigo y que está contra mí, y hemos querido dividir la humanidad por circunstancias que la mayoría de las veces son menores, este es un momento para la reconciliación, este es el momento para analizar lo que se nos han inculcado y para decir no, no quiero ser anti, quiero ser pro, no quiero ser antiyanqui porque en la historia me han enseñado que nos robaron la mitad de nuestro País; no quiero ser antiespañol porque nos enseñaron que vinieron a someternos; quiero ser pro, quiero ser parte de ese continente de la esperanza, quiero ser parte de ese pueblo latinoamericano que en verdad se une para generarse un futuro mejor que la realidad que estamos viviendo.
Y si algo en este momento lacera a todos nuestros pueblos sin duda, es la pérdida del respeto a la persona que se manifiesta a través de violencia y de muchas otras formas, lo que vamos a apreciar en esta exposición es un fuerte llamado de atención de esta realidad tan cruda que existe en nuestro ambiente; pero no para buscar solamente escandalizarnos sino para movernos a la acción.
Y la respuesta a toda esta problemática, insisto, es el reconocernos como iguales y a partir de ahí con solidaridad labrarnos un futuro para todos, no coincido con aquellos que interpretan la historia a la luz de los eventos bélicos, no coincido con quienes narran la historia desde la óptica de conquistadores que someten por la fuerza de las armas o por un mayor desarrollo tecnológico a pueblos que tienen la misma dignidad.
Por eso, el llamado al que nos hacen el día de hoy Clemente Orozco, Botero, el maestro Raya es sabernos en esta realidad, a llamarnos a confrontarnos con un propósito tomar el destino, nuestro destino en nuestras manos y construir una civilización basada en la solidaridad, en donde todos podamos convivir y desarrollarnos sin importar nuestras diferencias.
Quiero felicitarme y felicitarnos porque vamos a ser testigos también de la primera exposición del maestro Raya en su País, había que vivir, había que espera este Festival Cultural de Mayo para poder disfrutar del talento del maestro Raya al maestro Ryan; los curadores; a los amigos de Colombia; de Chile; de España; de Argentina; al maestro Matos, Alejandro; a Carlos Álvarez de la Fundación Álvarez del Castillo y a todos ustedes por ser parte de este gran momento y de este entusiasmo, felicidades, enhorabuena y que disfruten el Festival Cultural de Mayo.
Muchas gracias.
El día de hoy inicia el ya tradicional Festival Cultural de Mayo aquí en nuestra Ciudad, y tiene como tema el Bicentenario y tiene como invitados especiales a países hermanos como Colombia, Chile, Argentina y España.
No es que queramos hacer una apología de la guerra, por el contrario, no es que al evocar el Bicentenario estemos nosotros deseosos de recordar el derramamiento de sangre; evocamos el Bicentenario principalmente para reconocer el ideal y el espíritu del pueblo latinoamericano que busca la libertad, que defiende la libertad, que promueve el respeto a la dignidad de la persona, y si hay algo que rescatar de lo mucho que aportó el Movimiento de Independencia sobre todo aquí en Guadalajara, no son hechos bélicos de los cuales nos podamos sentir orgullosos, porque creo que nadie puede sentirse orgulloso del derramamiento de sangre. Pero sí podemos sentirnos orgullosos de que aquí en Guadalajara el Padre de la Patria Don Miguel Hidalgo abolió la esclavitud no sólo para México o la América española sino para todo el hemisferio occidental, y fue de aquí en Guadalajara en donde se da ese aporte a la humanidad de reconocernos como iguales.
Eso es lo que en Jalisco queremos celebrar, el reconocimiento de la dignidad de la persona humana y en esta ocasión, en este Festival Cultural de Mayo el motivo es propicio a través de los eventos artísticos de las muestras y de las exposiciones, tenemos la oportunidad de reconocernos los pueblos de América como pueblos hermanos que tenemos un pasado en común y que tenemos características que nos acercan.
Pero no solamente como algo anecdótico, sino buscando la solidaridad de la gente y la solidaridad de los pueblos, para que no existan esas diferencias tan marcadas en nuestros pueblos para que no exista injusticia social, para que no exista opresión, la solidaridad de la gente y de los pueblos como respuesta a las necesidades de nuestras naciones.
Esta también es una oportunidad de reconciliación histórica, nos han enseñado que la vida se conforma por buenos y malos, por blancos y negros, por la gente que está conmigo y que está contra mí, y hemos querido dividir la humanidad por circunstancias que la mayoría de las veces son menores, este es un momento para la reconciliación, este es el momento para analizar lo que se nos han inculcado y para decir no, no quiero ser anti, quiero ser pro, no quiero ser antiyanqui porque en la historia me han enseñado que nos robaron la mitad de nuestro País; no quiero ser antiespañol porque nos enseñaron que vinieron a someternos; quiero ser pro, quiero ser parte de ese continente de la esperanza, quiero ser parte de ese pueblo latinoamericano que en verdad se une para generarse un futuro mejor que la realidad que estamos viviendo.
Y si algo en este momento lacera a todos nuestros pueblos sin duda, es la pérdida del respeto a la persona que se manifiesta a través de violencia y de muchas otras formas, lo que vamos a apreciar en esta exposición es un fuerte llamado de atención de esta realidad tan cruda que existe en nuestro ambiente; pero no para buscar solamente escandalizarnos sino para movernos a la acción.
Y la respuesta a toda esta problemática, insisto, es el reconocernos como iguales y a partir de ahí con solidaridad labrarnos un futuro para todos, no coincido con aquellos que interpretan la historia a la luz de los eventos bélicos, no coincido con quienes narran la historia desde la óptica de conquistadores que someten por la fuerza de las armas o por un mayor desarrollo tecnológico a pueblos que tienen la misma dignidad.
Por eso, el llamado al que nos hacen el día de hoy Clemente Orozco, Botero, el maestro Raya es sabernos en esta realidad, a llamarnos a confrontarnos con un propósito tomar el destino, nuestro destino en nuestras manos y construir una civilización basada en la solidaridad, en donde todos podamos convivir y desarrollarnos sin importar nuestras diferencias.
Quiero felicitarme y felicitarnos porque vamos a ser testigos también de la primera exposición del maestro Raya en su País, había que vivir, había que espera este Festival Cultural de Mayo para poder disfrutar del talento del maestro Raya al maestro Ryan; los curadores; a los amigos de Colombia; de Chile; de España; de Argentina; al maestro Matos, Alejandro; a Carlos Álvarez de la Fundación Álvarez del Castillo y a todos ustedes por ser parte de este gran momento y de este entusiasmo, felicidades, enhorabuena y que disfruten el Festival Cultural de Mayo.
Muchas gracias.
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