Con el permiso de todos ustedes me permito hacer unas reflexiones como persona más que como Gobernador.
La muerte nunca es total y la muerte nunca es permanente, la muerte nunca es total porque quedan en nosotros muchas cosas de la persona que se va; nos queda el cariño nos queda la amistad; nos queda el amor; nos queda el ideal; nos queda el ejemplo; nos queda su sangre en las persona que procreó; los más importante, nos queda la condición de que a final de cuentas no somos tan diferentes, de que a final de cuentas son más las cosas que nos unen.
En José Luis pudimos apreciar cualidades de un ser humano, una persona generosa al servicio de los demás, con un cuerpo enfermo pero con un alma entera; con un cuerpo debilitado pero con una generosidad para trabajar y para dar a los demás. Por eso es que la muerte no es total, no se va del todo, su cuerpo no estará entre nosotros pero su ideal prevalece. La causa por la que él trabajó, las motivaciones que le llevaron a brindarse a los demás en una carrera, una profesión médica y en un intento consumado de servir a los demás a través de la acción política.
Nos queda mucho de José Luis y eso debe ser un incentivo para honrar su memoria a través del trabajo; para honrar su memoria haciendo nuestros sus ideales; para honrar su memoria reconociendo su esfuerzo para que este continúe y fructifique. Por eso estoy convencido que la muerte no es total.
Y en lo personal estoy convencido que la muerte no es permanente, no puede quedar sólo en este esfuerzo; no puede quedar sólo en esta vida; no puede ser que no se reúna nuevamente con sus seres queridos; no puede ser que quienes mantienen un vinculo de amor con José Luis, este sea el final. Es una convicción personal.
Yo sé que José Luis, finalmente llegará a la vida eterna, y no es común hablar de esto y menos en un recinto público, hablo como persona no como Gobernador; y sé que vendrá el momento en que se reunirá con los suyos en un abrazo fraterno de amor eterno; yo creo en ello, y eso me inspira a sentirme muy cercano a José Luis, porque esa es la motivación para trabajar por los demás, y eso me inspira a decirle a sus familiares, a sus compañeros diputados, a todos los aquí presentes, que está vivo, hay que guardar el luto, hay que llorar la ausencia del compañero, pero hay que levantar pronto la cabeza para honrar su memoria con el trabajo como él lo hizo, en servicio a los demás.
Decirle a su familia, está bien es el momento de llanto, pero vendrá el momento de consuelo en donde el recuerdo y la imagen siempre presente del Doctor José Luis Ocampo, nos inspirará para salir adelante.
Un sentido pésame a todos los familiares y a los compañeros más cercanos de José Luis, un sentido pésame para todos porque la humanidad hoy pierde a uno de sus grandes hombres, no importan diferencias circunstanciales, lo que importa es que todos conformamos una sola familia, el género humano, y en este sentido todos perdemos.
Pero en este sentido también todos estamos obligados a levantar esas banderas que empuñó durante su vida José Luis, entonces su trabajo no ha sido en vano; entonces estaremos preparados para ese abrazo eterno de todos los que creemos que a final de cuentas esta vida es pasajera, pero el amor al final nos reunirá.
Que descanse en paz el Doctor José Luis Ocampo.
La muerte nunca es total y la muerte nunca es permanente, la muerte nunca es total porque quedan en nosotros muchas cosas de la persona que se va; nos queda el cariño nos queda la amistad; nos queda el amor; nos queda el ideal; nos queda el ejemplo; nos queda su sangre en las persona que procreó; los más importante, nos queda la condición de que a final de cuentas no somos tan diferentes, de que a final de cuentas son más las cosas que nos unen.
En José Luis pudimos apreciar cualidades de un ser humano, una persona generosa al servicio de los demás, con un cuerpo enfermo pero con un alma entera; con un cuerpo debilitado pero con una generosidad para trabajar y para dar a los demás. Por eso es que la muerte no es total, no se va del todo, su cuerpo no estará entre nosotros pero su ideal prevalece. La causa por la que él trabajó, las motivaciones que le llevaron a brindarse a los demás en una carrera, una profesión médica y en un intento consumado de servir a los demás a través de la acción política.
Nos queda mucho de José Luis y eso debe ser un incentivo para honrar su memoria a través del trabajo; para honrar su memoria haciendo nuestros sus ideales; para honrar su memoria reconociendo su esfuerzo para que este continúe y fructifique. Por eso estoy convencido que la muerte no es total.
Y en lo personal estoy convencido que la muerte no es permanente, no puede quedar sólo en este esfuerzo; no puede quedar sólo en esta vida; no puede ser que no se reúna nuevamente con sus seres queridos; no puede ser que quienes mantienen un vinculo de amor con José Luis, este sea el final. Es una convicción personal.
Yo sé que José Luis, finalmente llegará a la vida eterna, y no es común hablar de esto y menos en un recinto público, hablo como persona no como Gobernador; y sé que vendrá el momento en que se reunirá con los suyos en un abrazo fraterno de amor eterno; yo creo en ello, y eso me inspira a sentirme muy cercano a José Luis, porque esa es la motivación para trabajar por los demás, y eso me inspira a decirle a sus familiares, a sus compañeros diputados, a todos los aquí presentes, que está vivo, hay que guardar el luto, hay que llorar la ausencia del compañero, pero hay que levantar pronto la cabeza para honrar su memoria con el trabajo como él lo hizo, en servicio a los demás.
Decirle a su familia, está bien es el momento de llanto, pero vendrá el momento de consuelo en donde el recuerdo y la imagen siempre presente del Doctor José Luis Ocampo, nos inspirará para salir adelante.
Un sentido pésame a todos los familiares y a los compañeros más cercanos de José Luis, un sentido pésame para todos porque la humanidad hoy pierde a uno de sus grandes hombres, no importan diferencias circunstanciales, lo que importa es que todos conformamos una sola familia, el género humano, y en este sentido todos perdemos.
Pero en este sentido también todos estamos obligados a levantar esas banderas que empuñó durante su vida José Luis, entonces su trabajo no ha sido en vano; entonces estaremos preparados para ese abrazo eterno de todos los que creemos que a final de cuentas esta vida es pasajera, pero el amor al final nos reunirá.
Que descanse en paz el Doctor José Luis Ocampo.
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