Muchas gracias, muy buenas tardes.
Saludo a todos los asistentes a este evento,
a las personalidades que integran el presídium.
Muy breve tan sólo cuatro puntos, primero: Somos
testigos de un acto de generosidad por parte de la familia de don Agustín
Yáñez.
Desprenderse de un patrimonio como el que
ahora se están desprendiendo no debe ser cosa sencilla, conocemos de los
escritores porque para eso lo hacen, para eso lo publican, conocemos su obra,
pero lo que muy rara vez conocemos es aquello que forma parte de ese espacio de
intimidad, de ese santuario personal, de ese espacio en este caso familiar, en
donde se nutre el pensamiento, en donde se lleva a cabo la reflexión que
posteriormente se manifiesta en un libro.
Es un acto de generosidad porque como lo ha
señalado Gabriel, y lo han dicho integrantes de la familia, ahora en el
recorrido, era el espacio familiar por excelencia, no debe ser sencillo
desprenderse de algo así,
No podía por otro lado existir un mejor lugar
que el Colegio de Jalisco para recibir esta gran responsabilidad.
Responsabilidad que va en dos sentidos, por
un lado, el cuidado físico de estos libros, porque a los libros los cuida uno
porque los quiere. El cuidado físico de los libros, revistas, distintos
materiales, pero también el aprovechamiento de los mismos, porque sí se
entregan no es sólo para cuidarlos contra el desgaste, sino para que sea
aprovechado, para que sea consultado, para que sea leído.
Primero punto entonces, un agradecimiento, me
sumo, a todos los que se han hecho a la familia de don Agustín Yáñez, porque
haber seleccionado con CONACULTA, a quien agradecemos, el que sea Jalisco y que sea el Colegio de Jalisco, el
depositario de este patrimonio.
Segundo punto: Hablamos de libros, bueno pues
surge la pregunta, ¿qué va a pasar con el libro impreso?, estamos ante momentos
importantes de crecimiento del libro digital, ¿Se convertirá esto en algo de
nuestra generación solamente?, ¿Seremos capaces de transmitir a las siguientes
generaciones el amor no sólo por la lectura, también por el libro impreso?, ese
en donde importa el contenido pero también el continente, ese que tiene
textura, color, olor, peso.
Estamos en un cambio de época, sin duda,
quien de nosotros no ha comprado o no ha leído un libro digital, pero sabemos
que aún así no sustituye la experiencia de tener un libro en las manos, y ahora
esta experiencia enriquecida porque estos libros propiedad de don Agustín
Yáñez, no es cualquier libro, son los libros que han inspirado a una de las
grandes plumas jaliscienses y mexicanas.
Qué va a pasar con el libro impreso,
finalmente lo que importa es la lectura, el libro está ahí para ser leído, lo
que importa es la lectura de la manera en que esto sea, cuando vemos la
estadística, no podemos dejar de preocuparnos, seguimos leyendo demasiado poco
en nuestro País, a penas medio libro al año, cuando hay países desarrollados
que están leyendo más de 20 libros al año en promedio.
Queremos construir una mejor sociedad, está
se construye desde el pensamiento, desde las ideas, queremos construir una
sociedad más justa, necesitamos leer más, porque leer es dialogar con quien ha
hecho esa obra, leer es discutir, leer
es debatir, leer es confrontar, leer es ser parte de este proceso creativo de
pensamiento y de ideas, que finalmente terminan en obras que transforman la
realidad.
No podemos aspirar a un México más justo, más
equitativo, si no nos convertimos en una sociedad que lea más.
Nuestro agradecimiento a la familia de Don
Agustín Yáñez, por su obra, sin duda, pero también por su generosidad para
compartir con Jalisco estos más de nueve mil volúmenes que están aquí para ser
leídos.
Nuestro agradecimiento a CONACULTA, a
Consuelo, a Fernando por haber ayudado a que sea el Colegio de Jalisco, quien
finalmente tenga esta distinción, y un reconocimiento al Colegio de Jalisco,
esta biblioteca, esta colección, no tengo ninguna duda de que muchas
instituciones quisieran tenerla, y que muchos la pelearon y que muchos durante
muchos años quisieron llevarla a sus instalaciones, está en el Colegio de
Jalisco, porque es también un reconocimiento a los intelectuales de nuestra
sociedad, aglutinados en esta institución, que goza de prestigio en todo el
ámbito académico.
Qué hemos de querer sino que esos libros y
muchos más sean leídos, que sean la base para seguir construyendo pensamientos,
pensamiento que llegue a la acción, acción que nos permita construir una mejor
realidad.
Al Colegio de Jalisco, felicidades, a CONACULTA,
muchas gracias pero sobre todo muchas gracias a la familia de don Agustín Yáñez
por esta distinción.
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