El Consejo Estatal
para la Cultura y las Artes realizó un homenaje al poeta y escritor Ernesto
Flores, en el Ex Convento del Carmen, en el que se reunieron alumnos y amigos
para reconocer la trayectoria de este prolífico autor. En el homenaje, Ernesto
Flores estuvo acompañado por Martha Cerda y Ruth Levy, quienes hablaron de su
trayectoria y sobre todo de la calidad humana de su mentor.
La escritora
Martha Cerda habló sobre su relación con Ernesto Flores, a quien además de
maestro considera un amigo, con quien ha compartido, dijo, “interminables
pláticas llenas de humor, presentaciones mutuas de libros, tertulias literarias
en casa del maestro...”.
Además recordó la
admiración y respeto de los amigos de Ernesto Flores entre los que se cuentan a
Ignacio Arreola, Hugo Gutiérrez Vega, Emanuel Carballo y Amalia Guerra, entre
otros y señaló que en las reuniones en las que estuvo presente, pudo escuchar
de estos personajes “anécdotas sobre Juan José Arreola, Agustín Yáñez, Octavio
Barreda y otros personajes del mundo de las letras a nivel nacional e
internacional”.
También habló de
lo que definió como “las tres grandes pasiones del maestro Flores”: Juan Rulfo,
Elena Garro y el Padre Placencia y recordó los cursos que impartió en la SOGEM
sobre Rulfo; las publicaciones que hizo de Elena Garro en sus revistas, cuando
nadie quería publicar nada de ella y finalmente, habló sobre la vasta
investigación que durante años ha dedicada a la vida y obra del padre
Plascencia, la cual fue publicada recientemente por el Fondo de Cultura
Económica.
Por su parte, la
escritora Ruth Levy, comentó que Ernesto Flores: “Ha trascendido a través de su
obra como poeta, narrador, ensayista, melómano incansable, investigador,
editor, maestro emérito y para dicha de nosotros, un jovial conversador”.
Además habló de su
faceta como docente y formador de escritores, entre los que ella se incluyó y
culminó señalando que “la literatura mexicana te agradece los aportes
invaluables de autores antes poco conocidos y que ahora han cruzado valles y
mares para el gusto de otros escritores”.
Por último,
Ernesto Flores agradeció a todos los involucrados en este homenaje y después de
señalar que él no es orador como otros compañeros que se desenvuelven tan bien
en las conferencias, comentó que él prefiere escribir que hablar, por ello,
dijo: “Sólo quiero dar las gracias por
esto, volver a ver a muchos de mis alumnos, ya que esto me hace resucitar los
años maravillosos de maestro y recordé los años más bellos de mi vida”.
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