La Secretaria de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (SEMADES), Martha Ruth del Toro Gaytán, presentó hoy en rueda de prensa a los medios de comunicación, el análisis de beneficios de la Fase II del Macrobús emitido a finales de 2009, en el que se muestran los beneficios ambientales, a la salud, sociales y económicos tras su implementación.
La titular de la dependencia estatal, señaló que la Fase II había sido evaluada considerando los impactos al ambiente, por lo que SEMADES implementó un plan rector ambiental para la obra que establece medidas de compensación, mitigación y restauración de los impactos ambientales, “en la Secretaría consideramos diferentes rubros como la construcción sustentable, estudios técnicos de apoyo y soporte, cálculo de emisiones a la atmósfera, movilidad motorizada, fondo ambiental, y difusión y socialización”.
La funcionaria indicó que se había considerado iniciar con sistema BRT´s (Autobús de Tránsito Rápido) toda la modalidad integral del transporte “ya que en cuestiones de costos es evidente que es un sistema que abarca un número considerablemente mayor de kilómetros recorridos tanto en implementación como operación sumamente disminuidos comparativamente al tren ligero, al tren elevado o al metro”.
Este proyecto está basado en un modelo denominado MOVILE6 avalado por la Agencia de Protección de los Estado Unidos (EPA) a nivel mundial, los cuales se utilizan para calcular los beneficios ambientales en cuanto a reducción de emisiones, “en conclusión el número de toneladas que estaríamos evitando por la entrada de la Fase II, serían 53 mil 379 toneladas al año lo que se traduciría en otro tipo de beneficios económicos” apuntó la titular.
Indicó que el modelo considera medidas de compensación enfocadas al arbolado, en el que se consideró que los árboles que se iban manipular en un número de 541 debían de ser compensados con 6 mil 639 árboles que eran equivalentes a 8 o 12 veces la marca vegetativa que se encuentra actualmente en la zona.
Se planteo una construcción sustentable, “que la obra fuera carbono neutral es decir, que los efectos que iban a provocarse por mayor emisión de CO2 durante la obra fueran capturados por acciones como un plan integral de manejo de residuos previo a la obra, promover la eficiencia energética y la utilización de materiales geológicos”.
Resaltó que entre las medidas de compensación la SEMADES consideró la adquisición de unidades BRT (Autobús de Transito Rápido), con tecnología EURO IV-EPA 2007 y alimentadas con diesel de ultra bajo azufre.
Cabe resaltar que el viajar en un sistema BRT (Autobús de Transito Rápido), puede reducir hasta en un 50 por ciento la exposición personal a contaminantes atmosféricos.
Asimismo, la Fase II consideraba estudios de beneficios en la exposición personal de pasajeros de transporte público por la instrumentación del Macrobús y en Microambientes, así como estudios de impacto visual.
En cuanto a la movilidad no motorizada se determinó incorporar a la Fase II medidas establecidas en el Plan de Movilidad Urbana no Motorizada, tales como la instalación de ciclopuertos en las estaciones, transbordos con tren eléctrico y otras rutas ya establecidas.
Cabe recordar, que el proyecto se habría de registrar como MDL y los recursos obtenidos por la venta de Certificados de Reducción de Emisiones (CER´s) se integrarían al Fondo Ambiental, “estamos hablando de 53 mil CER´s, equivalentes a 500 mil USD aproximadamente para la Fase II, con lo cual podríamos a ver implementado acción”.
Por lo anterior, Del Toro Gaytán lamentó el que no se pueda implementar este sistema ya que representa un componente esencial de la estrategia integral de Movilidad Urbana Sustentable.
“Estamos perdiendo grandes beneficios ambientales, al no llevarse a cabo se pierde dinero más de un millón de dólares, tiempo y esfuerzo con las consecuencias, como el incremento de la contaminación atmosférica, afectaciones a la salud, incremento del parque vehicular y no se llegarán a las metas de la calidad del aire”.
Agregó “creemos que llevar a cabo otro proyecto de movilidad integral llevará al menos dos años ya que implica gestión de recursos e implementación, lamentamos que este tipo de decisiones no hayan sido de forma alguna considerando todo el beneficio ambiental que hubiese tenido la ciudad con la implementación de la Fase II del Macrobús”
La titular de la dependencia estatal, señaló que la Fase II había sido evaluada considerando los impactos al ambiente, por lo que SEMADES implementó un plan rector ambiental para la obra que establece medidas de compensación, mitigación y restauración de los impactos ambientales, “en la Secretaría consideramos diferentes rubros como la construcción sustentable, estudios técnicos de apoyo y soporte, cálculo de emisiones a la atmósfera, movilidad motorizada, fondo ambiental, y difusión y socialización”.
La funcionaria indicó que se había considerado iniciar con sistema BRT´s (Autobús de Tránsito Rápido) toda la modalidad integral del transporte “ya que en cuestiones de costos es evidente que es un sistema que abarca un número considerablemente mayor de kilómetros recorridos tanto en implementación como operación sumamente disminuidos comparativamente al tren ligero, al tren elevado o al metro”.
Este proyecto está basado en un modelo denominado MOVILE6 avalado por la Agencia de Protección de los Estado Unidos (EPA) a nivel mundial, los cuales se utilizan para calcular los beneficios ambientales en cuanto a reducción de emisiones, “en conclusión el número de toneladas que estaríamos evitando por la entrada de la Fase II, serían 53 mil 379 toneladas al año lo que se traduciría en otro tipo de beneficios económicos” apuntó la titular.
Indicó que el modelo considera medidas de compensación enfocadas al arbolado, en el que se consideró que los árboles que se iban manipular en un número de 541 debían de ser compensados con 6 mil 639 árboles que eran equivalentes a 8 o 12 veces la marca vegetativa que se encuentra actualmente en la zona.
Se planteo una construcción sustentable, “que la obra fuera carbono neutral es decir, que los efectos que iban a provocarse por mayor emisión de CO2 durante la obra fueran capturados por acciones como un plan integral de manejo de residuos previo a la obra, promover la eficiencia energética y la utilización de materiales geológicos”.
Resaltó que entre las medidas de compensación la SEMADES consideró la adquisición de unidades BRT (Autobús de Transito Rápido), con tecnología EURO IV-EPA 2007 y alimentadas con diesel de ultra bajo azufre.
Cabe resaltar que el viajar en un sistema BRT (Autobús de Transito Rápido), puede reducir hasta en un 50 por ciento la exposición personal a contaminantes atmosféricos.
Asimismo, la Fase II consideraba estudios de beneficios en la exposición personal de pasajeros de transporte público por la instrumentación del Macrobús y en Microambientes, así como estudios de impacto visual.
En cuanto a la movilidad no motorizada se determinó incorporar a la Fase II medidas establecidas en el Plan de Movilidad Urbana no Motorizada, tales como la instalación de ciclopuertos en las estaciones, transbordos con tren eléctrico y otras rutas ya establecidas.
Cabe recordar, que el proyecto se habría de registrar como MDL y los recursos obtenidos por la venta de Certificados de Reducción de Emisiones (CER´s) se integrarían al Fondo Ambiental, “estamos hablando de 53 mil CER´s, equivalentes a 500 mil USD aproximadamente para la Fase II, con lo cual podríamos a ver implementado acción”.
Por lo anterior, Del Toro Gaytán lamentó el que no se pueda implementar este sistema ya que representa un componente esencial de la estrategia integral de Movilidad Urbana Sustentable.
“Estamos perdiendo grandes beneficios ambientales, al no llevarse a cabo se pierde dinero más de un millón de dólares, tiempo y esfuerzo con las consecuencias, como el incremento de la contaminación atmosférica, afectaciones a la salud, incremento del parque vehicular y no se llegarán a las metas de la calidad del aire”.
Agregó “creemos que llevar a cabo otro proyecto de movilidad integral llevará al menos dos años ya que implica gestión de recursos e implementación, lamentamos que este tipo de decisiones no hayan sido de forma alguna considerando todo el beneficio ambiental que hubiese tenido la ciudad con la implementación de la Fase II del Macrobús”
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