- El guión fue galardonado por el programa de apoyos del Festival Internacional de Cine de Gotemburgo.
Con el apoyo de las secretarías de Turismo y Promoción Económica de Jalisco, así como de la Universidad de Guadalajara, inició este domingo 24 de enero el rodaje de Fecha de caducidad.
Los detalles de esta filmación fueron dados a conocer en rueda de prensa, en presencia de la directora y los principales actores del primer largometraje dirigido por la tapatía Kenya Márquez, cuyo guión fue galardonado por el programa de apoyos del Festival Internacional de Cine de Gotemburgo, y cuenta con la participación protagonista de los galardonados y reconocidos intérpretes Ana Suecia, Ofelia Murguía y Damián Alcázar, y la novel actriz Marisol Centeno.
Definida por Márquez, coautora del guión con el escritor Alfonso Suárez Romero, como una comedia de humor negro, Fecha de caducidad supone una reanudación de la trayectoria filmográfica de la tapatía y de la narración que dejara en puntos suspensivos en Señas particulares (2006), cortometraje con el que acometió un primer acercamiento –de diez minutos de duración- al relato de su opera prima.
La ciudad de Guadalajara es un personaje más que se proyecta como una gran urbe que aporta elementos importantes a la narrativa de la película.
El personaje de Ramona (Ana Ofelia Murguía) es una madre abnegada y obsesivo-compulsiva, quien vive un hecho que altera completamente su cotidianidad: Osvaldo (Eduardo España), su único hijo y con quien tiene una peculiar relación, desaparece misteriosamente, por lo que la madura mujer emprende una obstinada búsqueda de su paradero, en una gran urbe que se convierte en otro personaje relevante del filme.
Ramona desciende en su peregrinación por la ciudad a un estado límite, en el que la aparición de Mariana (Marisol Centeno), una joven que parece huir de algo o alguien, la lleva a conjeturar en torno a una relación de su hijo con esta mujer, y sus devaneos mentales la convencen de que Genaro (Damián Alcázar), un mediocre que se gana la vida mediante todo tipo de chambitas informales, es el responsable de la desaparición de Genaro.
Márquez, ex directora del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, uno de los más importantes y el más longevo de México, nuevamente aúna esfuerzos con Murguía, ya protagonista de su cortometraje Cruz (1997) y de Señas particulares, y con Alcázar, participante en las cuatro películas de la cineasta, incluido el cortometraje La mesa servida (1999), exhibidas y premiadas en festivales nacionales e internacionales.
Los experimentados e igualmente aplaudidos Martha Aura y Jorge Zárate se cuentan entre las nuevas presencias en el cine de la tapatía, en tanto el popular y cada vez más sólido actor jalisciense Eduardo España suma su tercera aparición en la filmografía de Márquez, luego de La mesa servida y Señas particulares.
La directora ha integrado, al igual que en sus cortometrajes, un grupo de trabajo formado por cineastas de la Ciudad de México y Guadalajara, varios de ellos egresados de las escuelas de cine más antiguas del País y de la más joven Licenciatura en Artes Audiovisuales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
El director de Fotografía, Javier Morón Tejero, formado en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC); la directora de Arte, Sofía Carrillo, quien cursó estudios en Artes Audiovisuales, y la productora tapatía, Karla Tarcilia Uribe, se cuentan entre los miembros del equipo que han colaborado con Márquez desde que el proyecto generó el cortometraje Señas particulares.
Kenya Márquez, quien ha ejercido la docencia en programas de Ciencias de la Comunicación y Artes Audiovisuales de varias universidades tapatías, ratifica su compromiso educativo al convocar a profesionales que aportan su vasta experiencia y disposición para compartir sus conocimientos a jóvenes cineastas tapatíos, prestos a proseguir su proceso de formación cinematográfica práctica.
Además de las locaciones en Guadalajara, la filmación también tendrá lugar en dos municipios más de la Zona Metropolitana de la capital jalisciense: Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga, dentro de un plan de trabajo que contempla siete semanas de rodaje.
Perfiles de miembros del reparto y la directora
Ana Ofelia Murguía. La intérprete más laureada en la historia de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), con un total de 17 nominaciones al Premio Ariel, y ganado en cuatro ocasiones: Como mejor actriz protagonista por Naufragio (1977); mejor actriz de reparto por Cadena perpetua (1978); Los motivos de Luz (1985), y La reina de la noche (1994). Homenajeada con el premio Mayahuel en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (2004). Su trayectoria comprende inolvidables interpretaciones para el director Felipe Cazals, entre otros autores, y ha sido citada más de una vez por muchos colegas suyos como la mejor actriz del cine mexicano, a la par que como una presencia imprescindible de la escena teatral nacional.
Damián Alcázar. El actor con mayor número de Premios Ariel, que ha recibido en cuatro ocasiones en la categoría de protagonista y tres más en la de intérprete secundario; suma también varios galardones en los festivales internacionales de Valladolid, San Sebastián, Cartagena, Lima y La Habana. La exitosa La ley de Herodes (1998), realizada por Luis Estrada, así como la coproducción mexicano-ecuatoriana Crónicas (2004), dirigida por Sebastián Cordero, sobresalen en una filmografía de total solidez que le ha situado en primera fila entre los actores mexicanos de su generación.
Marisol Centeno. Una de las actrices jóvenes más importantes de la cinematografía nacional, inició su trayectoria en televisión, a los cuatro años de edad, en la telenovela La pícara soñadora (1990). Protagonizó La última mirada (2006), el premiado primer largometraje de la directora Patricia Arriaga Jordán.
Martha Aura. Primera actriz que ha construido una carrera a la que ha impreso el sello del rigor y la sobriedad interpretativas, con películas como Los motivos de Luz (1985) y Las inocentes (1986), Rojo amanecer (1989) y El lugar sin límites (1977), así como La reina de la noche (1994), bajo la dirección de los veteranos Felipe Cazals, Jorge Fons y Arturo Ripstein; Ángel de fuego (1991), de Dana Rotberg; la producción española Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995), de Agustín Díaz Yanes, e Y tu mamá también (2000), de Alfonso Cuarón, además de arriesgadas óperas primas como Adán y Eva (todavía) (2003), de Iván Ávila Dueñas.
Eduardo España. Actor tapatío que suma ya varias óperas primas en su filmografía, entre ellas Asesino en serio (2002) y Llamando a un Ángel (2006), de los tapatíos Antonio Urrutia y Rodolfo Guzmán, Héctor Rodríguez y Pancho Rodríguez. Puños rosas (2003), dirigida por Beto Gómez, figura también entre los títulos más relevantes de su carrera. Sus apariciones en televisión le han vuelto una figura muy conocida entre grandes audiencias.
Jorge Zárate. Actor cuya conmovedora interpretación en Dos abrazos (2006), película dirigida por Enrique Begné, fue reconocida con un merecido premio Ariel a la mejor actuación protagonista que aceptó con un igualmente memorable discurso en defensa del cine mexicano. De la calle (2000), de Gerardo Tort; Nicotina (2003), de Hugo Rodríguez, por la que fue candidato al Ariel a la mejor actuación secundaria; Mezcal (2004), de Ignacio Ortiz, y Las vueltas del citrillo (2006), de Felipe Cazals, despuntan asimismo en su filmografía.
Los detalles de esta filmación fueron dados a conocer en rueda de prensa, en presencia de la directora y los principales actores del primer largometraje dirigido por la tapatía Kenya Márquez, cuyo guión fue galardonado por el programa de apoyos del Festival Internacional de Cine de Gotemburgo, y cuenta con la participación protagonista de los galardonados y reconocidos intérpretes Ana Suecia, Ofelia Murguía y Damián Alcázar, y la novel actriz Marisol Centeno.
Definida por Márquez, coautora del guión con el escritor Alfonso Suárez Romero, como una comedia de humor negro, Fecha de caducidad supone una reanudación de la trayectoria filmográfica de la tapatía y de la narración que dejara en puntos suspensivos en Señas particulares (2006), cortometraje con el que acometió un primer acercamiento –de diez minutos de duración- al relato de su opera prima.
La ciudad de Guadalajara es un personaje más que se proyecta como una gran urbe que aporta elementos importantes a la narrativa de la película.
El personaje de Ramona (Ana Ofelia Murguía) es una madre abnegada y obsesivo-compulsiva, quien vive un hecho que altera completamente su cotidianidad: Osvaldo (Eduardo España), su único hijo y con quien tiene una peculiar relación, desaparece misteriosamente, por lo que la madura mujer emprende una obstinada búsqueda de su paradero, en una gran urbe que se convierte en otro personaje relevante del filme.
Ramona desciende en su peregrinación por la ciudad a un estado límite, en el que la aparición de Mariana (Marisol Centeno), una joven que parece huir de algo o alguien, la lleva a conjeturar en torno a una relación de su hijo con esta mujer, y sus devaneos mentales la convencen de que Genaro (Damián Alcázar), un mediocre que se gana la vida mediante todo tipo de chambitas informales, es el responsable de la desaparición de Genaro.
Márquez, ex directora del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, uno de los más importantes y el más longevo de México, nuevamente aúna esfuerzos con Murguía, ya protagonista de su cortometraje Cruz (1997) y de Señas particulares, y con Alcázar, participante en las cuatro películas de la cineasta, incluido el cortometraje La mesa servida (1999), exhibidas y premiadas en festivales nacionales e internacionales.
Los experimentados e igualmente aplaudidos Martha Aura y Jorge Zárate se cuentan entre las nuevas presencias en el cine de la tapatía, en tanto el popular y cada vez más sólido actor jalisciense Eduardo España suma su tercera aparición en la filmografía de Márquez, luego de La mesa servida y Señas particulares.
La directora ha integrado, al igual que en sus cortometrajes, un grupo de trabajo formado por cineastas de la Ciudad de México y Guadalajara, varios de ellos egresados de las escuelas de cine más antiguas del País y de la más joven Licenciatura en Artes Audiovisuales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
El director de Fotografía, Javier Morón Tejero, formado en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC); la directora de Arte, Sofía Carrillo, quien cursó estudios en Artes Audiovisuales, y la productora tapatía, Karla Tarcilia Uribe, se cuentan entre los miembros del equipo que han colaborado con Márquez desde que el proyecto generó el cortometraje Señas particulares.
Kenya Márquez, quien ha ejercido la docencia en programas de Ciencias de la Comunicación y Artes Audiovisuales de varias universidades tapatías, ratifica su compromiso educativo al convocar a profesionales que aportan su vasta experiencia y disposición para compartir sus conocimientos a jóvenes cineastas tapatíos, prestos a proseguir su proceso de formación cinematográfica práctica.
Además de las locaciones en Guadalajara, la filmación también tendrá lugar en dos municipios más de la Zona Metropolitana de la capital jalisciense: Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga, dentro de un plan de trabajo que contempla siete semanas de rodaje.
Perfiles de miembros del reparto y la directora
Ana Ofelia Murguía. La intérprete más laureada en la historia de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), con un total de 17 nominaciones al Premio Ariel, y ganado en cuatro ocasiones: Como mejor actriz protagonista por Naufragio (1977); mejor actriz de reparto por Cadena perpetua (1978); Los motivos de Luz (1985), y La reina de la noche (1994). Homenajeada con el premio Mayahuel en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (2004). Su trayectoria comprende inolvidables interpretaciones para el director Felipe Cazals, entre otros autores, y ha sido citada más de una vez por muchos colegas suyos como la mejor actriz del cine mexicano, a la par que como una presencia imprescindible de la escena teatral nacional.
Damián Alcázar. El actor con mayor número de Premios Ariel, que ha recibido en cuatro ocasiones en la categoría de protagonista y tres más en la de intérprete secundario; suma también varios galardones en los festivales internacionales de Valladolid, San Sebastián, Cartagena, Lima y La Habana. La exitosa La ley de Herodes (1998), realizada por Luis Estrada, así como la coproducción mexicano-ecuatoriana Crónicas (2004), dirigida por Sebastián Cordero, sobresalen en una filmografía de total solidez que le ha situado en primera fila entre los actores mexicanos de su generación.
Marisol Centeno. Una de las actrices jóvenes más importantes de la cinematografía nacional, inició su trayectoria en televisión, a los cuatro años de edad, en la telenovela La pícara soñadora (1990). Protagonizó La última mirada (2006), el premiado primer largometraje de la directora Patricia Arriaga Jordán.
Martha Aura. Primera actriz que ha construido una carrera a la que ha impreso el sello del rigor y la sobriedad interpretativas, con películas como Los motivos de Luz (1985) y Las inocentes (1986), Rojo amanecer (1989) y El lugar sin límites (1977), así como La reina de la noche (1994), bajo la dirección de los veteranos Felipe Cazals, Jorge Fons y Arturo Ripstein; Ángel de fuego (1991), de Dana Rotberg; la producción española Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995), de Agustín Díaz Yanes, e Y tu mamá también (2000), de Alfonso Cuarón, además de arriesgadas óperas primas como Adán y Eva (todavía) (2003), de Iván Ávila Dueñas.
Eduardo España. Actor tapatío que suma ya varias óperas primas en su filmografía, entre ellas Asesino en serio (2002) y Llamando a un Ángel (2006), de los tapatíos Antonio Urrutia y Rodolfo Guzmán, Héctor Rodríguez y Pancho Rodríguez. Puños rosas (2003), dirigida por Beto Gómez, figura también entre los títulos más relevantes de su carrera. Sus apariciones en televisión le han vuelto una figura muy conocida entre grandes audiencias.
Jorge Zárate. Actor cuya conmovedora interpretación en Dos abrazos (2006), película dirigida por Enrique Begné, fue reconocida con un merecido premio Ariel a la mejor actuación protagonista que aceptó con un igualmente memorable discurso en defensa del cine mexicano. De la calle (2000), de Gerardo Tort; Nicotina (2003), de Hugo Rodríguez, por la que fue candidato al Ariel a la mejor actuación secundaria; Mezcal (2004), de Ignacio Ortiz, y Las vueltas del citrillo (2006), de Felipe Cazals, despuntan asimismo en su filmografía.
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