· Diversas actividades familiares y domésticas, permiten la estimulación y motricidad
En este periodo vacacional de primavera, los niños tendrán más tiempo y energía para descargarla en su casa. Eso puede representar un poco de inquietud a los padres quienes tendrán la oportunidad de interactuar más con sus hijos.
En las vacaciones los niños llenos de vitalidad y con personalidades e intereses distintos, pueden emplear parte de su tiempo para afianzar sus progresos escolares y desarrollar nuevas habilidades y ocasionalmente aumentar la diversión.
A continuación se presentan algunas orientaciones generales, para que todos los niños la pasen bien en estas vacaciones. Es importante proponerle a su hijo actividades con aire de juego, alegrarse con sus logros, avances y mejoras, así como animarle a concluir objetivos y cuando se consigan, premiarlos con una actividad especial por ejemplo: una salida al cine, un paseo al campo, o bien una excursión.
Para desarrollar la motricidad se ofrecen algunas actividades: animar a su hijo a nadar, presentarle juegos para que estimulen sus habilidades motoras como: bicicleta, pelotas, baile, salto con la cuerda, patines, caminatas, carreras.
También se le puede invitar a dibujar o bien colorear con distintos tipos de pintura por ejemplo: lápiz de color, cera, acuarelas o gis.
El recortar y armar figuras así como moldear diversas masas con la de pan, arcilla y plastilinas, les permite estimularse.
Es importante acudir a un parque y estar en contacto con la naturaleza o bien leer cuentos e historias.
No obstante, el participar en tareas del hogar desde encargos o pequeñas tareas domésticas, son un eficaz medio para educar y fomentar la convivencia en las vacaciones.
Cabe señalar que no se trata simple y llanamente de repartir tareas y luego regañar si no las sacan adelante, sino de asignar y supervisar encargos, dado que implica saber qué y a quién encargar algo.
Existen gustos y capacidades personales, por ello, al asignarle las tareas y pensar en cuál puede ser más educativa para cada hijo, podría depender mucho de su carácter y aptitudes personales.
Es importante demostrar que las tareas de la casa no son responsabilidad de las mujeres, sino de todos los que viven en ella.
Cada familia tiene su estilo y en algunos hogares estos temas pueden causar percepciones distintas, incluso risa. Para los hijos “chistosos” o burlones es infalible el lema de una abuela: “El que no coopera, no come”.
Finalmente, los encargos y tareas son en gran medida lo que pueda hacer su hijo solo, que sea periódico y que pueda ser supervisado. Los encargos no son para aliviar la carga de los padres, ni para aprovechar el tiempo libre de los hijos, son para hacerlos más fuertes al enfrentar la vida.
Lo que los niños pueden realizar todos los días son: ordenar su habitación y el baño, ordenar sus juguetes, ropa y escritorio, si come fuera del horario familiar, limpiar lo que ensucio, así como apagar las luces que no se usen.
Asimismo, existen tareas diarias para los hijos, se distribuyen entre los hermanos y pueden cambiarse a la semana o cada quince días tales como: ayudar a elaborar el menú de comidas, poner la mesa, ayudar con el aseo de la casa, contestar el teléfono, regar el jardín, cuidar y alimentar a las mascotas, así como sacar la basura o revisar lo que hace falta en la despensa.
En este periodo vacacional de primavera, los niños tendrán más tiempo y energía para descargarla en su casa. Eso puede representar un poco de inquietud a los padres quienes tendrán la oportunidad de interactuar más con sus hijos.
En las vacaciones los niños llenos de vitalidad y con personalidades e intereses distintos, pueden emplear parte de su tiempo para afianzar sus progresos escolares y desarrollar nuevas habilidades y ocasionalmente aumentar la diversión.
A continuación se presentan algunas orientaciones generales, para que todos los niños la pasen bien en estas vacaciones. Es importante proponerle a su hijo actividades con aire de juego, alegrarse con sus logros, avances y mejoras, así como animarle a concluir objetivos y cuando se consigan, premiarlos con una actividad especial por ejemplo: una salida al cine, un paseo al campo, o bien una excursión.
Para desarrollar la motricidad se ofrecen algunas actividades: animar a su hijo a nadar, presentarle juegos para que estimulen sus habilidades motoras como: bicicleta, pelotas, baile, salto con la cuerda, patines, caminatas, carreras.
También se le puede invitar a dibujar o bien colorear con distintos tipos de pintura por ejemplo: lápiz de color, cera, acuarelas o gis.
El recortar y armar figuras así como moldear diversas masas con la de pan, arcilla y plastilinas, les permite estimularse.
Es importante acudir a un parque y estar en contacto con la naturaleza o bien leer cuentos e historias.
No obstante, el participar en tareas del hogar desde encargos o pequeñas tareas domésticas, son un eficaz medio para educar y fomentar la convivencia en las vacaciones.
Cabe señalar que no se trata simple y llanamente de repartir tareas y luego regañar si no las sacan adelante, sino de asignar y supervisar encargos, dado que implica saber qué y a quién encargar algo.
Existen gustos y capacidades personales, por ello, al asignarle las tareas y pensar en cuál puede ser más educativa para cada hijo, podría depender mucho de su carácter y aptitudes personales.
Es importante demostrar que las tareas de la casa no son responsabilidad de las mujeres, sino de todos los que viven en ella.
Cada familia tiene su estilo y en algunos hogares estos temas pueden causar percepciones distintas, incluso risa. Para los hijos “chistosos” o burlones es infalible el lema de una abuela: “El que no coopera, no come”.
Finalmente, los encargos y tareas son en gran medida lo que pueda hacer su hijo solo, que sea periódico y que pueda ser supervisado. Los encargos no son para aliviar la carga de los padres, ni para aprovechar el tiempo libre de los hijos, son para hacerlos más fuertes al enfrentar la vida.
Lo que los niños pueden realizar todos los días son: ordenar su habitación y el baño, ordenar sus juguetes, ropa y escritorio, si come fuera del horario familiar, limpiar lo que ensucio, así como apagar las luces que no se usen.
Asimismo, existen tareas diarias para los hijos, se distribuyen entre los hermanos y pueden cambiarse a la semana o cada quince días tales como: ayudar a elaborar el menú de comidas, poner la mesa, ayudar con el aseo de la casa, contestar el teléfono, regar el jardín, cuidar y alimentar a las mascotas, así como sacar la basura o revisar lo que hace falta en la despensa.
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