lunes, 25 de febrero de 2013

Discurso pronunciado por el Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, durante la Develación de la Estatua de Don Francisco Medina Ascencio.


Muchas gracias, buenas tardes. Saludo al señor Presidente municipal, don Omar Hernández; la señora diputada, señores diputados; presidentes municipales de la región que nos acompañan; expresidentes de aquí, de Arandas; señores secretarios del Gobierno del Estado; familiares de don Pancho, amigos de Arandas.

Un gusto estar con ustedes con esta ocasión tan importante para un servidor. La develación de este bronce que habrá de transmitir a la posteridad la imagen que llevó en vida un jalisciense ejemplar. Una bienvenida a Arandas. Todo quien pase por aquí, habrá de preguntarse si no es de esta tierra, quién es ese personaje que mereció de los arandenses, el privilegio de llevar a bronce, su figura corporal.

Y habrá que decirle a la gente, que a la distancia es como se aprecian mejor las cosas. Cuando estamos inmersos en la problemática cotidiana, el apasionamiento propio del jalisciense, y más del alteño, y más del arandense, nos impiden en ocasión, ver las cosas como son. Con ánimo sosegado, con un espíritu tranquilo, a la distancia, debemos todos reconocer la persona y la obra de Don Francisco Medina Ascencio.

Es impresionante la visión de futuro que tenía. Impresiona también su eficiencia en el actuar; lo que nos han narrado quienes me antecedieron en el uso de la voz, nos han puesto de manifiesto esa claridad de miras que tenía, y ese empuje, propio de un jalisciense, propio de un alteño, para que esas ideas se convirtieran en realidad.

No podríamos entender el Jalisco de hoy, y el Guadalajara de hoy,  sin la aportación de Don Francisco Medina Ascencio. Y existe un paralelismo, con lo que le tocó a él y con lo que seguimos ahora, construyendo, debatiendo, sumando. Y me vienen a la mente, sólo como una reflexión de lo que se dijo aquí, de cómo estaba él en el camino correcto, de cómo muchas cosas se han podido concluir, y otras quedarían todavía en proceso de construcción.

Este año, por ejemplo, pudimos llevar a la cifra que estábamos buscando: más del 99 por ciento de la gente en Jalisco tiene electricidad en su casa. Y desde cuándo se viene trabajando en este tema, y desde cuándo, personajes como Don Pancho empujaron esto, que hace diferencia para la vida de una familia, tener electricidad o no tenerla en una casa.

La visión para atraer inversiones, que no sólo generaran empleo en el presente como éstas, Kodak, IMB, que se ha mencionado, y que han sido la base de lo que ahora es una parte fundamental de la economía en Jalisco, en donde hay más de 100 mil familias ganando el sustento  cotidiano en empresas vinculadas a las tecnologías de información y comunicación.

Cómo no resaltar ese empuje de Don Pancho para llevar la educación a todos lados, como Presidente como Gobernador y después lo que consiguió también como Embajador, en CONALEP y en todos esos ejemplos.

El impulso a la Universidad de Guadalajara que ahora se consolida como la universidad pública estatal que recibe más recursos de un Gobierno estatal. Cómo no dejar de reconocer en ese pasado de Don Francisco a través del impuso tecnológico la existencia ya en todas las regiones de institutos tecnológicos superiores; o el impulso económico y social del Instituto de Pensiones del Estado, que está siendo reconocido a nivel nacional en este momento como el más sólido en su operación pero también en la legislación que lo soporta.

La Presa de El Tule, aquí  para la región que es un antecedente de las 20 presas que en este sexenio se pudieron construir, 12 terminadas, 8 en proceso. Una obra magna que pinta de carne y hueso a Don Pancho, es sin duda el Periférico de Guadalajara, Periférico que mañana queda ya en circulación abierta para los jaliscienses.

Podríamos pasarnos mucho tiempo señalando lo que ha construido Don Francisco Medina Ascencio y su paralelismo con el Jalisco actual, pero me parece que no estaríamos descubriendo al ser humano en la persona de Don Francisco Medina Ascencio, yo creo que un gobernante hace más o menos cosas también dependiendo de las circunstancias: la época económica, la captación fiscal, el entorno, hay muchos factores, el ánimo político en fin.
Me parece que es importante decir la obra de Don Pancho pero creo que nos quedamos muy lejos de decir a las nuevas generaciones cuál era la verdadera propuesta de Francisco Medina Ascencio.

Ustedes lo han dicho, quienes han hablado, ustedes sus familiares podrían pasarse días enteros abundando en esto, yo creo que la principal aportación de Don Francisco a Jalisco, a México, a Arandas, no son tanto las obras, no es tanto la visión, que la tuvo, no es tanto la capacidad o la capacitación, que las tenía, es que con él llegó gente buena al poder y la aportación de Don Pancho para la posteridad debería estar en el enfoque de la actividad pública, menos partidismo, más humanismo, menos consigna de partido, más ver por el que menos tiene, menos decisiones con la credencial del partido, más trabajo viendo el rostro de la gente que sufre. A mí me parece que esa es la verdadera aportación de Don Francisco Medina Ascencio a la política.
Y si en ocasiones nos quejamos de que no todos los políticos tienen una recta intención, es responsabilidad de la gente buena de nuestro pueblo participar en la política, y mira que no  estoy hablando de partidos, porque conozco gente buena en varios partidos, y conozco gente mala en varios partidos. Estoy hablando de la participación política con mayúsculas, esa en donde la gente se compromete con la gente, esa en donde el gobernante está dispuesto a hacer lo correcto por la gente, aunque sea impopular; esa en donde no importa el resultado de la próxima elección, sino lo que importa es el actuar el día de hoy por la gente que lo necesita.

Me quedo con eso de la aportación de Don Francisco Medina Ascencio, dentro de su vida en la política y fuera de la política. Y nos toca a los que estamos el día de hoy aquí y a los que decimos admirar su trayectoria y a los que decimos estar interesados en su obra, profundizar en eso que animaba a Don Francisco Medina Ascencio, porque tal productividad no es producto de la casualidad, había algo dentro de él, que lo motivaba a entregarse de pleno en beneficio de los demás.

Les invito a profundizar en ello, y los que estamos aquí rindiendo honores a uno de los grandes jaliscienses, a que nos sintamos comprometidos para seguir esa trayectoria de trabajar por los demás, desde la empresa, desde la escuela, desde el Gobierno, y comprometernos con la gente de Jalisco, para estar construyendo un Jalisco más solidario, más justo y más humano, como aquél que soñó Don Francisco Medina Ascencio y por el cual, empeñó su vida.

A mis amigos arandenses felicidades, los jaliscienses lo tenemos también compartiéndolo con ustedes, su responsabilidad es mayor, tienen que ser dignos paisanos de Don Pancho, no tengo ninguna duda de que así será y de que seguiremos juntos, haciendo de Jalisco, un mejor lugar para la gente que decide vivir aquí.

Felicidades.      

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