Emociones diversas se vivieron en el último concierto que ofreció la Orquesta Filarmónica de Jalisco, este sábado en el Teatro Degollado.
El concierto inició con cierta melancolía al anunciarse que tres de sus integrantes tocarían por última vez con la Filarmónica. Felipe de Jesús Espinoza Gallardo, principal de Timbales; Francisco Javier Ledezma Ramírez, violín segundo y Bonifacio Padilla Rivera, trombón principal, dijeron adiós con un Teatro Degollado que les tributó una calurosa ovación de despedida.
La batuta de Leonardo Gasparini, dio inicio con “Orfeo en el infierno”, de Jaques Offenbach, puso una vibrante cota, para después llegar nuevamente a la nostalgia con “Yesterday” y “Yellow Submarine”, de The Beatles.
Quizá el momento de mayor sobriedad de la noche llegó al interpretarse el “Concierto para cuatro violines”, de Vivaldi. La gente respondió con una cerrada ovación justo al ecuador de la velada.
Había que dejar de lado las formalidades, mostrar todas las facetas de la OFJ y en ese momento llegó cuando se escuchó un rotundo “mambo”, al interpretarse la célebre obra de Leonard Bernstein y que le valió un Oscar, con “West Side Story”.
Johann Strauss también tuvo su momento, al interpretarse el Danubio Azul, pieza que estremeció a los asistentes.
Se acercaba el final del concierto, entonces la interacción del público con la OFJ y el propio Gasparini dirigiendo las palmas de los asistentes puso el broche de oro con la “Marcha Radetzky”, de Joseph Roth.
Pero algo faltaba, por eso Gasparini invitó nuevamente a los asistentes a corear el “mambo” y dar un final vibrante con “Orfeo en el infierno” y el animoso “Cancán”.
Así, las doce campanadas del 2010 dieron para la temporada de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, en lo que también fue el último evento del año realizado por la Secretaría de Cultura del Estado.
El concierto inició con cierta melancolía al anunciarse que tres de sus integrantes tocarían por última vez con la Filarmónica. Felipe de Jesús Espinoza Gallardo, principal de Timbales; Francisco Javier Ledezma Ramírez, violín segundo y Bonifacio Padilla Rivera, trombón principal, dijeron adiós con un Teatro Degollado que les tributó una calurosa ovación de despedida.
La batuta de Leonardo Gasparini, dio inicio con “Orfeo en el infierno”, de Jaques Offenbach, puso una vibrante cota, para después llegar nuevamente a la nostalgia con “Yesterday” y “Yellow Submarine”, de The Beatles.
Quizá el momento de mayor sobriedad de la noche llegó al interpretarse el “Concierto para cuatro violines”, de Vivaldi. La gente respondió con una cerrada ovación justo al ecuador de la velada.
Había que dejar de lado las formalidades, mostrar todas las facetas de la OFJ y en ese momento llegó cuando se escuchó un rotundo “mambo”, al interpretarse la célebre obra de Leonard Bernstein y que le valió un Oscar, con “West Side Story”.
Johann Strauss también tuvo su momento, al interpretarse el Danubio Azul, pieza que estremeció a los asistentes.
Se acercaba el final del concierto, entonces la interacción del público con la OFJ y el propio Gasparini dirigiendo las palmas de los asistentes puso el broche de oro con la “Marcha Radetzky”, de Joseph Roth.
Pero algo faltaba, por eso Gasparini invitó nuevamente a los asistentes a corear el “mambo” y dar un final vibrante con “Orfeo en el infierno” y el animoso “Cancán”.
Así, las doce campanadas del 2010 dieron para la temporada de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, en lo que también fue el último evento del año realizado por la Secretaría de Cultura del Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario