miércoles, 17 de octubre de 2012

Discurso pronunciado por el Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, durante la Presentación del Libro: Informe Jalisco, “Más Allá de la Guerra de las Drogas”.


Muchas gracias, muy buenas tardes.

Saludo a todos los asistentes a este evento.

Saludo y agradezco a las personas que han participado en la elaboración de este estudio, el Informe Jalisco “Más Allá de la Guerra contra las Drogas”. Nos dicen los estudios que en Jalisco se ha contenido de mejor manera el crecimiento en las adicciones, estamos por debajo del promedio nacional, aún así ahí se evidencia que tenemos problemas.

En nuestra sociedad hay resultantes, hay resultados, diseñados de manera conciente o inconciente, frutos todos ellos de la cultura que hemos generado, y hay cosas que nos gustan y hay cosas que no nos gustan.

La semana pasada inauguramos, gracias a la solidaridad, a la generosidad de muchas personas, un centro de atención a niños con discapacidad intelectual en situación de abandono. Eso está bien, hay gente solidaria, comprometida, somos testigos de jóvenes exitosos a nivel nacional en áreas académicas, deportivas, hay muchas cosas muy bien en nuestro Estado gracias a la sociedad, pero también hay cosas que nos preocupan que no están bien, hemos creado una cultura individualista, egoísta, hedonista en ocasiones, que tiene consecuencias que no están bien, que agreden, que dañan, que deshumanizan.

Una de ellas es, sin duda, las adicciones y la problemática a su alrededor llegando al extremo de la violencia, pero no es la única, tampoco está bien en nuestro Estado el crecimiento en la violencia intrafamiliar, por ejemplo, y tiene qué ver con esta misma cultura que hemos creado.

Tampoco está bien y es una resultante negativa el que cada día se consume en nuestro Estado, consuma en nuestro Estado, como se diga, un suicidio; quedan otros en tentativa, hay algo mal que estamos haciendo en la sociedad. La cultura que hemos creado tiene aspectos negativos.

Hemos actuado desde el principio, lo hemos hecho de la manera en que lo hemos entendido mejor, hay resultados positivos y a mí me alienta el saber que el desempeño de Jalisco es diferente al desempeño nacional, pero hay cosas ahí que no alcanzamos todavía a operar.

Por eso era importante conocer más de este problema para poder actuar mejor. Éste no es un ejercicio solamente académico, no termina aquí, se termina la parte académica con la presentación del libro, pero es apenas la primera etapa. No buscamos un mero trabajo intelectual, no es una tesis doctoral, no es sólo leer para saber más, no, no es ese el objetivo. Buscamos entender más este problema para actuar mejor. Para ello, era importante que este estudio no lo hiciera el Gobierno, había que ir con quien tuviese la independencia intelectual, independencia de criterio, solidez científica en la investigación, para que pudiera encabezar este proyecto, por eso hace poco más de un año platicando con Héctor Aguilar, nos propusimos mutuamente este reto, el reto para ellos era profundizar en este fenómeno, qué está ocurriendo en nuestro Estado; el reto para nosotros era no incidir en la elaboración del estudio, que salga lo que tenga que salir para tener una base lo más apegado a la realidad posible que nos permita actuar de mejor manera.

Ese es el propósito, por ello, expertos, científicos, investigadores, ajenos a éste y a cualquier Gobierno; personas con capacidad intelectual para poder llevar a cabo esto, y sólo pusimos una condición inherente a todo trabajo científico, a todo aquel que busca la realidad. No hay dogmas en esto, no hay ideologías, lo que queremos es la verdad, la realidad de las cosas para desde ahí poder actuar.

Ahora es una obligación de los estados pero cuando empezamos esto no lo era, porque hemos partido de una base desde el primer día de este Gobierno. Quien sufre por el abuso de una adicción, quien sufre como la consecuencia de un acto violento pues es jalisciense y no nos debe interesar si es algo federal o estatal, es una persona que está sufriendo y que espera de su familia, de su comunidad, de la sociedad organizada, una respuesta, una ayuda, y esto tiene que ver con la no, el no hacer delincuente a quien consume, sino verlo como una persona que está sufriendo y que a veces no sabe que necesita ayuda y a veces en su silencio, en su desesperación, en su síndrome de abstención lo que está pidiendo es ayuda a una sociedad que no se da cuenta, que a veces da la espalda, que margina, que señala, hasta que esto le llega a la casa, y entonces nos damos cuenta que no estamos ajenos y que cualquiera de nosotros o de nuestros hijos puede ser víctima de esto, y comprendemos entonces que este es un problema que le obliga al Gobierno sí, pero no sólo al Gobierno, qué bueno que el Gobierno haga cosas, pero éste es un tema de nosotros, de las personas, de nuestras familias, de nuestra comunidad.

Ése es el propósito de este estudio: entender más para actuar de mejor manera, entender más qué propicia la violencia, qué mueve a la gente que consume; cuál es el sentido de la vida, si es que existe, si es que está claro.

Incluso en aquellos que promueven las adicciones, qué hay con  la rehabilitación, qué hay con la prevención familiar, comunitaria, social, ¿funciona o no funciona, las instituciones?, ese es el tema.

Como propósito de este libro, con toda la autoridad de los señores que lo hicieron, el poder proponer políticas públicas para traer la atención de los gobiernos estatal y municipales, para atraer la atención de diputados y de jueces, pero sobre todo para atraer la atención de la sociedad.

No es un libro del Gobierno, es un informe que busca reflejar la realidad de nuestro Estado y que lo primero que pide es que sea leído, por eso yo espero que nadie se vaya sin su ejemplar ¿tenemos aquí libros? Sí, yo les pediría que nos tuvieran un poquito de paciencia y no se vayan sin su ejemplar porque lo primero que se pide es que sea leído. Segundo, que sea debatido, ahí hay nueve estrategias que se están planteando, políticas públicas, como quieran llamarle, que vale la pena ser debatidos para ser enriquecidos. En un trabajo de esta naturaleza pues está la esencia de lo que se debe hacer pero se debe enriquecer y aterrizar.

Después de ese debate debe haber consensos sociales, debe haber consensos y del consenso debe surgir el compromiso: qué te toca, qué me toca, qué le toca a tu organización social, qué le toca al Gobierno del Estado, qué le toca a los gobiernos  municipales, qué le toca a los medios de comunicación, qué le toca a las universidades, qué le toca a los empresarios, qué nos toca a cada uno de nosotros. Si vemos estos temas como algo ajeno pues no sirvió el esfuerzo o no ha dado el fruto.

Uno de los frutos buscados es que tú y yo veamos que aunque tú y yo tal vez no consumamos o no hayamos consumido nunca, lo veamos como un problema que nos afecta, a final de cuentas yo creo en un principio romano muy antiguo que decía: de qué te sirve que esté en la ley, si no está en la cultura, si no es forma habitual de vida.

Si lo pones en la ley pero no está en la cultura pues vas a tener que utilizar la fuerza del Estado para hacerlo obligatorio. A lo que debemos aspirar es a cambiar nuestra cultura por una cultura más humana, y contra el individualismo, la solidaridad; contra el hedonismo, un sentido profundo de la vida, el saber que somos parte de una sociedad que sufre y que requiere de ti y de mí para que esas personas que tienen rostro y nombre y apellido, reciban en verdad la ayuda que les permita vivir una vida más humana.

Ése es el propósito que al menos yo he percibido, he tenido la fortuna de poder platicar más del tema con Héctor, con los doctores que son coautores en esta investigación, y la verdad de la lectura de este libro, además de la información y además de las estrategias que de ahí se desprenden, lo que surge y lo que no se puede hacer uno de lado, la gente de bien no se puede hacer de lado, es decir “no me importa que me queden cuatro meses y medio y contando, de Gobernador, esto es algo que está para siempre en todos los ámbitos, buscar que nuestra sociedad la gente viva mejor en una cultura que humanice”.

Los invito entonces a leer el libro, a debatir, tampoco creo que sea la Biblia, hay cosas que se pueden mejorar, ¿no?, es una obra humana; a debatir, a enriquecer, a llegar a un nivel que nos cuesta mucho trabajo a los mexicanos, a acordar, y después de este acuerdo, junto con este acuerdo, a tomar la responsabilidad de lo que a mí y a ti nos toca hacer, y entonces todo esto tendrá sentido, dejará de ser un trabajo solamente intelectual, solamente académico-científico para convertirse en una obra humana que busca ayudar al que lo necesite.

Pues los invito a leerlo para empezar, gracias.

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