La Secretaría de
Cultura de Jalisco y el Instituto Cultural Cabañas (ICC), en colaboración con
la Fundación Andrés Blaisten, presentan dos magníficas exposiciones; Arte
Moderno de México. Colección Andrés
Blaisten y Roberto Montenegro.
Colección Andrés Blaisten- Donación Drs. John y Marie Plakos. Ambas exposiciones serán abiertas al
público a partir del día miércoles 17 de octubre y permanecerán hasta el 27 de
enero de 2013.
Durante
los últimos 30 años, Andrés Blaisten ha integrado una de las colecciones de
arte mexicano más importantes del mundo con un acervo que hoy alcanza las 8
mil piezas. De un amplio periodo que va
del siglo XVI al XXI, sin embargo, el núcleo más destacado es el que
corresponde al arte moderno, es decir, desde principios del siglo XX hasta la
sexta década del mismo.
Con el inicio del siglo XX,
aparecieron en Europa los movimientos artísticos que son conocidos como
Primeras Vanguardias, entre las que se encuentran el Impresionismo, el
Fauvismo, el Expresionismo y el Surrealismo, entre otras. Los artistas
mexicanos, al igual que los europeos, cansados de los cánones académicos,
emprendieron importantes búsquedas
estéticas y conceptuales.
En México, con el arranque del siglo,
se va gestando una expresión que tiene sabor propio y que se verá enriquecida
por los aires revolucionarios.
La presencia de José Vasconcelos en el
panorama cultural de los años veinte, se convertirá en un estímulo invaluable para la creación artística, donde la búsqueda
de lo propio se mezcla de manera extraordinaria con los lenguajes de las
vanguardias. La aparición del Muralismo,
como una manifestación propia y la creación de la llamada Escuela Mexicana de
Pintura, le dan un carácter único a la producción artística del periodo que va
de 1920 a 1930.
En la muestra Arte
Moderno de México. Colección Andrés Blaisten, constituida por 80 piezas
de más de 40 artistas, encontraremos alegorías, ideales y fantasías de los
creadores plasmadas con gran libertad, además de una gran cantidad de
referencias a la vida cotidiana, a las costumbres y festividades ya que éstas
fueron el punto de partida para la conformación de nuevas identidades en la
plástica nacional.
Roberto Montenegro.
Colección Andrés Blaisten – Donación Drs. John y Marie Plakos, es
una exposición constituida por 103 obras del gran pintor tapatío Roberto
Montenegro, que incluye oleos, dibujos y gráfica, a través de las cuales se
puede apreciar el desarrollo artístico de este notable artista, desde sus
primeras obras que datan de 1907 hasta su última producción en 1968. Este
valioso acervo fue donado por los Doctores Plakos a la Colección Andrés Blaisten
el pasado marzo de 2011.
Roberto Montenegro Nervo (1881-1968), nació
en Guadalajara, Jalisco. Desde muy joven se dedicó a la ilustración en varias
revistas, entre ellas la Revista moderna,
una de las más importantes e influyentes de la época.
En 1904 se mudó a la Ciudad de México
e ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde fue un alumno destacado.
Un año más tarde, ganó una beca para estudiar en Europa donde permaneció
durante 5 años, éste fue el primero de muchos viajes que hizo a lo largo de su
vida tanto al continente europeo como a varios lugares de Latinoamérica y los
Estados Unidos en los que expuso; fue reconocido y galardonado como el gran
artista que fue durante toda su vida, siendo el Premio Nacional de Arte el
último que recibiría en 1967. Murió repentinamente en un viaje a Michoacán en
octubre de 1968.
Fue uno de los primeros que estuvo
involucrado en el movimiento muralista a fines de la revolución mexicana.
Considerado excelente dibujante y pintor de su época, también trabajo como
diseñador de escenarios y vestuarios de obras de teatro, ballet y óperas.
Esta exposición muestra la evolución
que tuvo su obra a lo largo de su vida. En sus comienzos estuvo muy interesado
en el art nouveau y el simbolismo.
Más adelante le interesaron el surrealismo y la mexicanidad así como también la
metafísica y la abstracción. Fue un gran amante de las artes populares, en
especial de las máscaras y ambas cosas fueron motivos recurrentes dentro de su
pintura a lo largo de su vida; también le atraía sobremanera el concepto del
teatro y la idea de una puesta en escena como forma de ver la vida.
En su obra de caballete, Roberto
Montenegro siempre se enfocó en una búsqueda de retos plásticos, estilísticos y
conceptuales; nunca se conformó ni encasilló en un estilo o corriente. Al final
de su vida convergieron todas estas experimentaciones que llevó a cabo y las
complementó lúdicamente con las corrientes y temáticas que abordó a la largo de
su trayectoria, creando así un espectro de obra rico y variado.
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