jueves, 19 de abril de 2012

“Inspiración en barro” llega al Museo de Arqueología de Occidente

La muestra consta de alrededor de 200 piezas
  • La colección fue donada por la familia Collignon al INAH

Con un aproximado de 200 piezas, se exhibe, a partir de hoy jueves, en el Museo de Arqueología de Occidente la exposición “Inspiración en barro, Arte y cultura de la muerte. Colección Collignon”, una muestra enfocada en las tumbas de tiro.

Con piezas elaboradas entre el periodo 300 A.C. al año 400 D.C. la selección incluye vestigios representativos de tumbas de tiro de Jalisco, Colima y Nayarit, como representaciones humanas de animales y algunas vasijas o contenedores depositadas como ofrendas funerarias.

El muestrario es parte de una colección de 5 mil piezas, las cuales pertenecieron al coleccionista tapatío Mario Collignon de la Peña en los años 50s y 60s, que a su fallecimiento, su familia decidió entregarla al INAH, que a su vez la restituyó.

Esta es la primera vez que las piezas son exhibidas al público, luego de su paso por el Instituto Cultural Cabañas entre 1999 y 2000.

En las comunidades del preclásico tardío y clásico temprano (300 A.C a 400 D.C) que conformaron la llamada tradición de tumbas de tiro distribuidas en una amplia región del Occidente de Mesoamérica el cual abarcó los estados actuales de Nayarit, Jalisco y Colima principalmente, en esta área constituye un verdadero caleidoscopio geográfico ya que es cruzada del noreste sureste por la sierra madre occidental, dicha cadena montañosa separa las cuencas, lacustres, localizadas en las tierras altas del interior y la cálida costa del Pacífico.

Otro rasgo geológico que le brinda complejidad a esta gran área es el eje neovolcánico con la consecuente presencia de grandes volcanes que se levantan entre serranías y barrancas.

Los grupos humanos que aquí habitaron son conocidos por su peculiar arqueología funeraria consistente en tumbas de tiro con cámaras en las que se depositaron diversas ofrendas dedicadas a los muertos entre los que destacan estilizadas esculturas.

La primeras interpretaciones formuladas entorno a estas imágenes indicaban que sus gestos y expresiones naturales eran representaciones anecdóticas de la vida cotidiana desprovistas de todo contenido simbólico y que por tanto, eran figuras emanadas de un área cultural marginal a la tradición Mesoamericana habitadas por grupos aldeanos agrícolas con una organización social simple, sin embargo, los recientes descubrimientos e investigaciones arqueológicas señalan que esta región fue ocupada por comunidades que contaron con un orden social, político y económico complejo, las cuales tuvieron contactos diversos con otros grupos Mesoamericanos, participando plenamente en esta gran tradición cultural desde tiempos tempranos.

En esta creciente complejidad las acciones simbólicas encontraron rasgos distintivos derivados de sus propias realidades sociales a través del manejo del estilo y la temática tratada por los artistas que retrataron su mundo en estas esculturas y vasijas de cerámica que tenían como fin primordial acompañar a los muertos dejando a la posteridad un fino legado que constituye una mejor comprensión de estas sociedades del antiguo occidente Mesomericano.

El Museo de Arqueología de Occidente, ubicado en Zaragoza s/n entre Reforma y San Felipe, tiene con un horario de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.

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