jueves, 18 de noviembre de 2010

Tradicionales estancias y casonas en Puerto Vallarta y Mascota


• Cálidos y cuidados espacios que guardan historia y tradición

La Secretaría de Turismo de Jalisco (SETUJAL) continúa con la promoción de los destinos segmentados en el turismo rural, es por ello que en conjunto con el Ing. Carlos Hernández, presidente de la Asociación de Haciendas y Casas Rurales, trabaja en la promoción y difusión continua de los atractivos de las haciendas y casonas de Jalisco a través de sus ya más de veinte establecimientos, cada uno con su singularidad y sin perder ese toque cálido y amable.

En Puerto Vallarta se encuentra una estancia y el Municipio de Mascota alberga dos establecimientos pertenecientes a esta Asociación que brindan la mayor atención a sus huéspedes, en un ambiente fresco y natural, a pocos minutos de la tranquilidad de la playa.

Villa Mercedes
Villa Mercedes es un hotel con la magia vallartense, con un refugio para los sentidos, y en el que al traspasar el portón se empieza a sentir el sabor de las viejas casonas del lugar. Al fondo del patio hay un árbol de Nancy que ofrece su sombra para descansar y una alberca rodeada de camastros para tomar el sol o leer.

Sus 15 habitaciones (estudios, Jr. suites y apartamentos) tienen detalles decorativos de buen gusto y un toque rubricado con el colorido y la belleza de piezas artesanales. Todo esto crea una atmósfera confortable, armoniosa y relajante, y por la noche, los paseantes pueden disfrutar de una magna cena en su recién remodelado restaurante gourmet.

Villa Mercedes esta ubicada en el sur de Puerto Vallarta, en la llamada Zona Romántica y a una cuadra de la famosa Playa de Los Muertos, donde hay varios restaurantes típicos y diversiones playeras, como paseos en lancha, paracaídas, buceo etcétera.

En los alrededores de Villa Mercedes se encuentran galerías de arte, boutiques y restaurantes de todo tipo, con mesas en las banquetas al estilo europeo que se mezcla con el estilo rustico de las edificaciones vallartenses, caracterizadas por techos de teja roja, fachadas blancas y calles empedradas.

Mesón de Santa Elena
El Mesón de Santa Elena es una casona que se distingue por mantener todos y cada uno de sus rincones originales, con la tradición e historia que guarda su arquitectura y decoración que transportan siglos atrás, ofreciendo todos los beneficios de nuestra época como habitaciones amplias y espaciosas, con techos de doble altura y detalles que simplemente realzan a la belleza de otros siglos y hacen de cada una de ellas un sitio con personalidad propia. Cada habitación lleva el nombre de un poblado o atractivo turístico de la región.

Por la tarde, los visitantes pueden recorrer la galería “Santa Elena”, adjunta al mismo concepto, donde podrán apreciar y adquirir bellas artesanías, productos decorativos, joyería en plata y obsidiana entre otros materiales, así como accesorios personales, y al oscurecer, en el bar del lugar, “La regañona”, en un ambiente campirano, disfrutar de un tequila y los mejores cócteles, y pasar una velada excepcional.

Para iniciar el día, sintiéndose en casa, cada mañana los huéspedes pueden disfrutar de exquisitos platillos en los ya famosos desayunos que incluyen las especialidades de la región como carne con chile, machacado, jocoque, tamales de elote, chilaquiles y la tradicional repostería, dulces y conservas de la región.

Historia de la casa:
La finca original perteneció a la familia de Don Juan Robles Hurtado, hermano del mártir San José María Robles Hurtado. Este último fue ajusticiado el 26 de junio de 1927, en la Sierra de Quila, durante la Guerra Cristera que asoló a la región occidental del País durante los años 20. Se dice que durante alguna etapa de la persecución religiosa estuvo escondido en el desván de la casa de su hermano.

San José María Robles Hurtado tiene ahora un monumento en el atrio de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Mascota, y en su interior un altar con sus reliquias.

La casona perteneció a la misma familia hasta 1989, año en el que fue adquirida por la familia Robles Sahagún, desde entonces ha sido cuidadosamente rehabilitada.

En el año 2000 fue abierta al público como el Mesón de Santa Elena, para el disfrute de todos sus visitantes.

Villa Cantabria
Invita a disfrutar del campo mexicano en una casona que domina todo el valle de Mascota y sus alrededores. Ahí, el visitante podrá despertar todos los días con el canto de las aves y un delicioso café y pan dulce en la puerta de su habitación, podrá sentirse como en casa, con una atención personalizada para asesorar o para cualquier actividad que se desee realizar.

En el lugar, los paseantes podrán descansar acostados sobre una hamaca y admirar el volar de las aves a través del valle, así como ser testigos del baile en vuelo que realizan las diferentes especies que habitan en la zona, la cual es una visión maravillosa, digna de presenciar.

Asimismo, para las personas que les gusta explorar diferentes y reales aventuras en la naturaleza, se encuentra ‘Eloy’, quien los llevará a experimentar realmente cosas que muy pocas veces o nunca en la vida se les presentarán, por sencillas que estas sean. Si el huésped desea, le podrán programar itinerarios y tours para cada día de su estancia y para todas las edades.

Sugerencias
Mascota tiene un clima único, privilegiado, templado todo el año. Este lugar no tiene límites para quien gusta de la aventura, hay cascadas, ríos, presas y lagunas, donde los paseantes pueden practicar la pesca y deportes acuáticos; rocas para escalar; senderos para bicicleta, caminata y motocross, pudiendo llegar incluso hasta Puerto Vallarta, el principal destino de playa del Estado que se localiza tan sólo a 95 Kms., pasando por el histórico pueblo de San Sebastián del Oeste.

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