lunes, 6 de diciembre de 2010

Discurso pronunciado por el Gobernador Emilio González Márquez durante la Inauguración de la Reunión Nacional de Cultura

Muchas gracias, muy buenos días.

Saludo con respeto y con agradecimiento a todos los presentes por haber decidido que sea Guadalajara, que sea Jalisco, la sede de esta Reunión Nacional de Cultura.

Recibo también y agradezco su presencia a la licenciada Consuelo Sáizar, en su calidad de Presidenta Nacional de la Cultura y las Artes; al arquitecto Alejandro Cravioto, secretario de Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco, y a todos y a cada uno de ustedes.

Quisiera referirme a una frase que ha señalado Consuelo, y la apunté: como uno de los propósitos para esta reunión, en el fortalecimiento, dice, de un proyecto cultural más vinculado y al servicio de la sociedad.

Permítanme hacer unas breves reflexiones sobre esto.

Esto, deberíamos iniciar por reconocer que hay varias cultural en nuestra sociedad y que no todas las culturas la humanizan, que hay culturas que deshumanizan, y tendríamos que iniciar señalando al individualismo como una cultura que se ha instalado con fortaleza en nuestra sociedad y que rompe todo vinculo con los demás.

Y de esta cultura del individualismos, una derivación, una subcultura del tener, una subcultura del poseer, del acumular, que en aras de la riqueza para unos pocos genera pobreza, genera injusticia para muchos.

Existe en nuestro México también la cultura de la violencia que muestra como modelos a quienes promueven la destrucción, a quienes promueven la muerte, a quienes promueven la exclusión.

Hay culturas también que promueven la cosificación de las personas, y eso lo vemos en el ámbito empresarial, en donde se considere al trabajador, a la persona, como un elemento del sistema de producción al que se le tasa con un sueldo, cosificando a la persona. Hay ejemplos también de trata de personas que sin duda forman parte de esta cultura que promueve la cosificación de la misma persona, deshumanizando.

Y también en el ámbito electoral y, tal vez por ahí deberíamos empezar, en el ámbito político, cultura que cosifica a la persona al considerarlo sólo como parte de un clientelismo político, de un clientelismo electoral.

Nos corresponde promover una cultura que humanice, que dignifique a la persona viviendo en sociedad. Esta tarea no es exclusiva del Estado, no podría ser exclusiva del Estado, es una tarea común, es una tarea que nos corresponde a todos.

Muy probablemente sean los medios de comunicación, por ejemplo, quienes más inciden en la generación de una cultura que tiene impacto en toda nuestra sociedad. El reto entonces es trabajar por la humanización de la sociedad, a través de prácticas culturales que dignifiquen, que liberen, que promuevan a la persona humana.

Esta reunión se celebra para dar seguimiento a los compromisos que tienen las entidades públicas entorno a la cultura. Y, bueno, no hay mejor marco para nosotros en Guadalajara que este sitio, en el que fuese la Casa de la Misericordia, después el Hospicio Cabañas, ahora el Instituto Cultural Cabañas.

Un sitio en donde se recoge nuestra historia, un sitio en donde se recoge también estas cultural o subculturas de la muerte que cosifican, que esclavizan, pero un sitio también que pone de manifiesto, en algunas de sus interpretaciones de “El hombre de fuego”, el ideal que como personas y como sociedad tenemos aquí en Jalisco.

Es importante no reducir las políticas públicas en materia de cultura, las actividades artísticas. Todavía hay en nuestro entorno la confusión entre arte y cultura, y me parece que una parte fundamental del éxito de las políticas públicas es clarificar en los hechos lo que esto significa y la importancia que tienen.

Es importante, me parece a mí que es de primordial importancia generar corrientes de pensamiento. Corrientes de pensamiento en pro de la dignidad humana, en pro de la vida en común, en pro de la solidaridad, en pro de la justicia.

Corrientes de pensamiento que inspiren nuestro quehacer cotidiano, porque como ustedes lo han dicho, la cultura es lo que se vive, no es lo que se tiene en el recuerdo solamente, sino lo que se vive en el presente.

Los pueblos se crean con la cultura, y en México podemos decir con mucho orgullo que nuestra Patria nace con una cultura en favor de la libertad. Y, precisamente el día de hoy estamos celebrando los 200 años en donde el Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo, aquí en Guadalajara promulga el Bando de Abolición de la Esclavitud, mucho antes que en otros pueblos, mucho antes que en otras naciones.

La libertad debe ser un elemento constituyente de nuestra cultura, y ahora no estaríamos hablando sólo de la libertad política que tendría que ver con la soberanía de los pueblos sino con la libertad de manera íntegra, todo aquello que permite la dignificación de la vida humana.

El propósito debe ser, desde mi humilde aportación, construir una sociedad sin exclusiones, donde todos podamos aportar nuestras capacidades para la construcción de una vida más justa, de una vida más digna.

Con eso en mente, es para mí un verdadero privilegio el compartir con ustedes este momento, agradeciéndoles nuevamente el que hayan designado a nuestra ciudad y a nuestro Estado para ser la sede de esta Reunión Nacional de Cultura, y que hayan hecho coincidir la fecha de esta reunión con el Bicentenario de la Promulgación del Bando de la libertad, de la igualdad de los hombres en esta nuestra América.

En pro de una cultura que libere, en pro de una cultura que humanice, agradecemos su presencia y les felicitamos por su trabajo.

Y si me permiten, atendiendo al honor que se me concede para inaugurar estos trabajos. Es para mí un privilegio, siendo las nueve horas con 30 minutos de este día seis de diciembre del 2010, declarar formalmente inaugurada la Reunión Nacional de Cultura, en la que sin duda se tomarán acuerdos importantes para nuestro País.

Enhorabuena por el trabajo y mucho éxito en esta reunión de cultura.

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