viernes, 21 de octubre de 2011

Discurso pronunciado por el Gobernador del Estado, Emilio González Márquez, durante la inauguración de la exposición “La Gran Fuerza de México”.

Amigas, amigos.

Saludo con mucho gusto a todos los estudiantes, los niños aquí presentes que vienen a conocer la exposición que el día de hoy abre sus puertas. Saludo también a los atletas que han dado nombre a nuestro País en el mundo, por su ejemplo, por sus logros.

La gran fuerza de México somos los mexicanos, la gran fuerza de México son estos niños que se preparan cada día para convertirse en gente de bien, en ciudadanos responsables, amantes de su comunidad, deseosos de servir a los demás.

La gran fuerza de México son las madres solteras que se esfuerzan por sacar adelante la responsabilidad de formar y educar a su hijo, y de procurar su sostenimiento.

La gran fuerza de México son los que trabajan todos los días para construir este gran País. La gran fuerza de México son también nuestros soldados que han decidido entregar de manera generosa su vida al servicio de la Patria.

Hay distintas festividades dentro del calendario cívico a lo largo del año en donde recordamos las hazañas de personas que desde las Fuerzas Armadas han entregado su vida en la construcción de un mejor País. En ocasiones nos olvidamos de esos mexicanos, de esos soldados que día a día construyen esta Patria.

En épocas de contingencias ambientales como las que estamos viviendo en estos días, es en donde toma valor el servicio que prestan los soldados de México a la población civil; cuando vemos arriesgar su vida por salvar la de otros, cuando los vemos trabajando con valentía para preservar la vida de las personas. Nunca será suficiente el agradecimiento que nuestra Patria le rinda a sus mejores hijos, los soldados.

Muchos de nosotros nos preparamos porque pensamos que eso será bueno para nosotros, nuestra familia y nuestra comunidad. Un soldado en lo que piensa siempre es en la Patria primero, y la Patria son todos los demás, esa generosidad y esa manera de pensar hace respetable a cada uno de los soldados de México; antes de pensar en su bienestar e incluso en el de su familia al cual tienen derecho, los intereses de la Patria están por encima de ellos.

Aquí en Jalisco hemos sufrido el embate del Huracán “Jova” en estos días, días pasados. Hemos tenido el apoyo de las Fuerzas Armadas, la contingencia está pasando de etapa. Un Capitán ahora ya no activo en las Fuerza Armadas pero formado en nuestras Fuerzas Armadas, fue también un protagonista junto con muchos otros compañeros del Gobierno de Jalisco.

El Capitán Salvatore llevó a cabo el rescate aéreo de 37 personas que tenían un riesgo alto de perder la vida, personas que estaban atrapadas ya en el agua, en circunstancias de riesgo creciente, con el agua al pecho, sin un lugar al cuál poder desplazarse para proteger la vida.

La fuerza de México, la gran fuerza de México es esta gente que ha sido formada por el Ejército y que sabe de valentía y de capacidad. Nuestro reconocimiento permanente a las Fuerzas Armadas por el trabajo que hacen también en la protección de nuestras familias, combatiendo a aquellos que quieren lucrar con la muerte de nuestros niños y de nuestros jóvenes.

Son tiempos en nuestra Patria en donde por distintos lados se está mostrando cuál es esa gran fuerza de nuestro País.

Ahora estamos insertos en un evento deportivo, en un evento que es mucho más que sólo deporte, ahora le estamos diciendo a los mexicanos, primero, y al mundo después, que creemos en nosotros mismos. Ahora le estamos diciendo a todos los mexicanos que somos capaces de hacer grandes cosas, que somos capaces de construir mejores condiciones de vida, que somos capaces de vivir en paz.

Con la organización de los Juegos Panamericanos el mundo ha volteado a Guadalajara, a Jalisco y a México, y se están sorprendiendo de lo que están viendo: gente buena, hospitalaria, amable; capacidad organizativa, talento, fortaleza y disciplina del deportista mexicano, pero sobre todo, el gran deseo que hay en nuestro País de vivir, de vivir en paz.

Todavía tenemos 35 comunidades incomunicadas, cada día disminuye esta cifra, hace una semana eran 120, ayer eran 40; el día de ayer con 71 personas todavía en refugios, antes, hace una semana eran cuatro mil, ya son solamente 71.

Se perdió la vida de ocho personas y eso nos duele, pero se hizo un trabajo de prevención espectacular, en donde con el apoyo de las fuerzas armadas logramos convencer a 12 mil personas que debían dejar su casa, de esas 12 mil, poco más de cuatro mil fueron a refugios; ocho mil fueron a casas de amigos, de familiares.

¿Cuántas vidas se preservaron por ese trabajo que llevó a cabo las fuerzas armadas, que llevó a cabo el Gobierno del Estado? A veces no nos damos cuenta pero la parte preventiva es en donde se obtienen los mejores resultados.

Mi agradecimiento al Ejército Mexicano, a la Fuerza Aérea, por este apoyo que de manera generosa y desinteresada, proporciona a la sociedad en nuestro Estado. Somos testigos de su valentía y por ello estamos agradecidos.

Y compartimos la visión, queremos un México que viva en paz, y para poder construir la paz hay que amar la justicia, amando la justicia se tiene que defender la vida y defendiendo la vida, se puede construir una sociedad que viva en paz. Trabajamos para ello y hacemos equipo con nuestras fuerzas armadas, trabajamos de manera activa por un México que pueda, finalmente, vivir en paz.

Felicidades por su trabajo.

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