viernes, 21 de enero de 2011

Revela estudio de la SEMADES la presencia de al menos 100 jaguares en Jalisco


En Jalisco existe una población superior a los 100 jaguares, esta cifra es resultado del estudio realizado por más de un año por expertos contratados por la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (SEMADES) y cuya inversión rebasó el millón de pesos.
Incluso, el estudio revela la presencia de otras importantes especies como el puma, ocelote, tigrillo y jaguarandi.

La titular de SEMADES, Martha Ruth del Toro Gaytán dio a conocer esta mañana los resultados del estudio sobre la situación actual del jaguar, así como su distribución, reproducción, abundancia y requerimientos especiales en áreas de conservación del felino.

Dicho estudio, señaló, se llevó a cabo en cuatro áreas principales: Sierra de Manantlán, Chamela-Cuixmala, Cabo Corrientes y Sierra del Cuale.

Del Toro Gaytán dio a conocer que la investigación arrojó una densidad de 2.6 a 5.5 jaguares por cada 100 kilómetros y la disponibilidad de presas en grado “abundante”, predominando el venado cola blanca en los cuatro sitios de estudio.

“El jaguar desempeña un papel ecológico primordial en nuestros ecosistemas; esta especie se considera una especie paraguas; es decir, donde hay una reproducción del jaguar con buenas condiciones y las hay también de las especies menores, sobre todo de felinos de menor tamaño pero de gran importancia”.

Destacó que dentro del estudio realizado del jaguar, se identificaron 15 especies de diversos mamíferos que toman gran importancia, porque forman parte en la cadena alimenticia del felino en cuestión.

El estudio estuvo a cargo del biólogo, Rodrigo Núñez Pérez, experto en jaguar y considerado como uno de los mayores especialistas y conocedores del tema.

La funcionaria señaló que estos resultados permitirán el diseño de estrategias de conservación, así como de diseños corredores y estrategias de conservación con los estados vecinos y al interior del Estado.

Además, permitirá el diseño y propuestas de áreas naturales protegidas o modalidades de conservación como son los UMAS; propuestas en el manejo del ganado en áreas del jaguar, sin olvidar la elaboración de información que sea útil para la toma de decisiones y de referencia científica para otros estudios en la región y el País.

Martha Ruth del Toro dejó en claro que se continuará con el monitoreo de las poblaciones felinas en la áreas naturales protegidas de Manantlán y Chamela-Cuixmala y también se monitorearán nuevos sitios para la ampliación el área de estudio en Bolaños, Cajón de Peñas, Sierra de Vallarta y Cuenca de Ameca.

Anunció que la SEMADES iniciará el estudio de requerimientos espaciales y comportamiento en desplazamientos del jaguar y también dará difusión a la conservación del felino.

Otra actividad importante en este sentido es que la dependencia estatal elaborará el “Plan Estatal para la conservación del Jaguar”, en coordinación con la SEMARNAT y la CONANP.

Como parte de las instancias participantes en dicha investigación, agradeció la participación de la Fundación Ecológica de Cuixmala, la Estación de Biología de Chamela (UNAM), Dirección de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, Servicios Forestales del Tuito y Uma (Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre) Potrero de Mulas.

Por su parte, el biólogo Rodrigo Núñez Pérez mencionó que por desgracia no existe un arraigo cultural por parte de las nuevas generaciones por continuar con los usos y costumbres en el aspecto religioso o social del jaguar y solamente son las personas de mayor edad las que se interesan.

La modernidad y el desapego a la naturaleza, así como el cambio de las costumbres son algunos aspectos que influyen para que las nuevas generaciones de comunidades rurales no aprecien esos valores.

“Actualmente sólo le dan un valor monetario y no realmente aprecian a la fauna, además de que en ocasiones, ni siquiera hay escuelas en esas regiones para que la población obtenga información al respecto”.

Con una experiencia de 14 años en el estudio del jaguar, Núñez Pérez indicó que con buenas políticas públicas y el establecimiento de programas de conservación específicos, la población del jaguar puede aumentar significativamente, aunque aclaró que se trata de un proceso muy lento.

Dijo que por ejemplo en el área de Chamela, se logró duplicar la población de tres a seis jaguares en un lapso de 10 años.

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