Estamos en donde queríamos, recibiendo a América, arreglando la casa, preparando la fiesta.
Con emoción, contando los días, contando las horas; sumando voluntades, restando problemas resueltos; con la alegría de dar, de vivir, de compartir, de construir.
Somos el amigo que prepara la fiesta para el amigo que nos visita, y lo hacemos con entusiasmo. Somos el hermano que prepara la casa para el hermano que regresa, y lo hacemos con amor.
No es temporada de lluvia y sin embargo la lluvia está aquí. Antes se decía, “Dios mediante”, en los carteles de las corridas de toros se leía: “Dios mediante, si la lluvia lo permite”.
Este miércoles dos millones de tapatíos acompañarán a
Por eso podemos decir: “la casa está lista para recibir al hermano, la fiesta está preparada para compartir con el amigo, Dios mediante”.
Bienvenidos.
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