· El desayuno equilibrado, aporta mayor capacidad mental y física no sólo para estudiar, sino también para jugar
La Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), recomienda a alumnos, maestros, padres de familia y a la comunidad educativa, inicien el Ciclo Escolar 2011-2012 con buenos hábitos alimenticio, con el objetivo de mejorar la calidad de la nutrición y evitar el sobrepeso y la falta de hierro en los educandos.
A nivel mundial, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, es por eso que la SEJ invita a los padres de familia a ordenar la dieta de los pequeños, encaminada a costumbres más saludables para volverlas un hábito.
La clave para una buena alimentación está en la variedad y en el equilibrio entre los distintos grupos de alimentos, acompañados de la creatividad de los padres, para hacer que los alimentos sanos no se tornen rutinarios para sus hijos.
Combinar equilibrio y variedad de los alimentos, respetar las cuatro comidas, más algunas colaciones en los días en que los alumnos desarrollan mucha actividad física y asignar una importancia mayor al desayuno, resultan prácticos consejos para mejorar la alimentación, evitar el sobrepeso y favorecer un mejor rendimiento escolar.
Es importante que en la dieta diaria de los menores estén presentes todos los grupos de alimentos como: frutas, verduras, cereales, proteínas de origen animal, carnes, huevos y lácteos.
El desayuno debe ser considerado una pieza esencial dentro de una alimentación sana ya que es la comida que ayuda a aumentar la concentración y la memoria, aporta mayor capacidad mental y física no sólo para estudiar, sino también para jugar, por lo cual, nunca debe omitirse por eso debe contener lácteos, cereales y frutas, de acuerdo a la actividad física de cada niño.
Sumar colores a la dieta es una de las principales recomendaciones ya que mientras más frutas y verduras de diversos colores consuman más vitaminas y minerales se incorporan al organismo.
Para fortalecer los huesos y el corazón se deben consumir tres vasos o tazas de leche y/o yogurt por día, y priorizar siempre los descremados.
Los cereales y legumbres deben ingerirse en porciones, un plato chico de pastas, polenta, fideos, arroz, lentejas y garbanzos, entre cuatro y siete veces por semana.
Es de gran importancia tomar mucha agua, evitar repetir el plato principal (comer fruta, yogur o flan, si todavía persiste el hambre) y ponerle poca sal a todas las comidas.
Además de la alimentación sana, por lo menos tres días por semana, los chicos deben realizar algún tipo de actividad física como complemento, ya que se trata de un factor importante para la socialización, el crecimiento y desarrollo del niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario