Muchas gracias, muy buenos días. Saludo a todos los asistentes a este evento de clausura de los trabajos del Foro de la Reforma Política que lleva a cargo la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Saludo a la señora diputada, a los señores diputados, muy agradecidos por escoger a nuestro Estado como sede de estos estudios. Doy la bienvenida a todos los diputados de otras entidades, y saludo de manera muy entrañable también a los diputados de Jalisco.
En estos días hemos sido testigos de algo que está pasando en Estados Unidos, hay un debate, un debate por las finanzas públicas, un debate por mover o no el techo presupuestal, por modificar la política recaudatoria, en fin, en Estados Unidos traen una problemática y una manera de enfrentarlo.
Me llama la atención que lo que está ocurriendo en Estados Unidos no es diferente de lo que pasa aquí en México, y es que para bien o para mal, las decisiones que se toman en nuestros organismos públicos casi siempre están determinadas por la conveniencia político-electoral del partido que nos postuló. Y en muy pocas ocasiones los criterios técnicos, los criterios de conveniencia nacional son los que prevalecen.
En México hemos avanzado mucho yo creo que nadie puede negarlo, en materia de democracia, de democracia electoral. Somos de los países que pueden renovar sus autoridades en una ambiente de calma institucional. Tenemos una legislación adecuada, una legislación de avanzada, diría yo, basada tal vez en la desconfianza mutua, pero como sea tenemos una legislación electoral que cierra todos los espacios y que nos permite llevar a cabo comicios confiables.
Por supuesto que hay muchas cosas qué revisar, pero tenemos tiempo en que los gobiernos dejaron de ser los organizadores de los procesos electorales, y se constituyó un organismo para ello, ahora el IFE a nivel federal y con su símil en los estados; en que hemos avanzado, se confía en estos organismos, y sin embargo este avance en la democracia electoral no se ha visto igualado en otros avances dentro de nuestra democracia.
¿Qué buscamos? una democracia eficiente, una democracia que resuelva los problemas, una democracia que sea el fundamento de la construcción de mejores realidades, ese es el objetivo. No sólo la renovación de los órganos de Gobierno sino algo que resuelva. Y hay en el mundo dos esquemas que se debaten, por un lado, sistemas dictatoriales y totalitarios que son eficientes pero que violan, que no respetan, en donde no hay libertades, en donde no hay promoción y respeto a los derechos humanos, eso no puede ser desarrollo. No puede ser desarrollo lo que ocurre por ejemplo en China, en donde sí hay crecimiento económico sin libertad y sin derechos, no puede ser ese un modelo para el mundo.
Durante mucho tiempo se alabó el crecimiento económico del Estado chileno construido sobre una dictadura militar, no puede ser tampoco ese el modelo para nadie, no sólo importa el crecimiento del PIB sino importa sobretodo el desarrollo de la persona, y si hay algo esencial a la persona es la libertad, son los derechos, los propios y los demás.
Es falso entonces el debate de que sólo hay dos alternativas: una dictadura o un totalitarismo eficiente y una democracia ineficiente.
El reto que tenemos en México es de que nuestra democracia electoral trascienda construyendo una democracia eficiente dando resultados a la gente. Esas discusiones interminables que son propias de nuestra cultura en todos los ámbitos, en donde no hay decisiones y de donde poca acción se pude tomar. Esos bandazos que hemos visto en muchos lados y que no está bien, no entraré a detalles pero había municipios que gobernaba un partido aquí en Jalisco, no en Zona Metropolitana, que proponía algo y el otro partido que quedó en segundo lugar se oponía; vinieron las elecciones, el que estaba de oposición ganó, propone lo que proponía el otro, y el que antes gobernaba ahora se opone, ¿por qué, por qué es esto? ¿Por qué las cosas son buenas o malas en relación a la posición de quien gobierna? ¿Por qué las cosas son buenas o malas dependiendo de la conveniencia del partido? A eso me refiero cuando creo que debemos trabajar mucho para hacer eficiente nuestra democracia, de que las cosas sean buenas o malas por sí, con estudios técnicos, de conveniencia a nuestro País, no de conveniencia a los partidos.
Los que tenemos un cargo de elección popular surgimos o fuimos apoyados por un partido, nadie lo va a negar. Alrededor de los partidos nos agrupamos personas que pensamos algunas cosas de manera similar, tenemos una base doctrinal común, no lo vamos a negar; pero de ahí a que todo se tenga que analizar a través de la credencial del partido, como el cristal con el que se miran las cosas, hay un mundo de diferencia.
Los temas los han tocado los diputados, ha hecho una síntesis el diputado Héctor, y todo ello va a una propuesta de solución que consiste en más sociedad, menos partidos. Más sociedad informada, más sociedad participando, con partidos, sí, pero atendiendo lo que señala el mandato popular, como el mecanismo, creo, no exclusivo, para contender en las elecciones a los, todos los cargos de elección popular.
Más sociedad participando sí, con gobiernos que informen, que rindan cuentas, que propicien la participación real en la toma de decisiones, no sólo del rumbo sino de decisiones específicas, de presupuesto, que es la verdadera política pública en donde se manifiesta el rumbo de las instituciones, en el presupuesto, ahí en donde está el destino de los recursos humanos, materiales, financieros.
Con un trabajo de partidos que sepan que una vez postulando candidatos y una vez terminado el proceso electoral, quien ganó gobierna para todos, sí desde su plataforma, pero buscando el bien de toda la comunidad.
Ese es el reto del México actual y no es exclusivo, es el reto de las democracias. Debemos alejar la tentación de algunos, de esquemas dictatoriales en donde una persona decide todo; podrá ser eficiente, pero no es humano, no humaniza a la sociedad, no construye, no desarrolla.
No queremos el modelo actual de China, no queremos el modelo de Franco en España, o de Pinochet de Chile. No queremos modelos de grupos o partidos dictatoriales que desde una sola persona decide lo que es bueno y relegan a la sociedad solamente a obedecer.
Requerimos construir desde la base de la credibilidad; necesitamos fortalecer la credibilidad en las instituciones y en quienes ostentamos algún cargo de representación popular. Credibilidad desde la rendición de cuentas; credibilidad desde la transparencia. Si no hay credibilidad no habrá participación, si no hay participación no habrá democracia eficiente. Si no hay democracia eficiente, estaremos postergando o limitando las posibilidades de desarrollo de nuestra Patria.
Nunca el eficientismo dictatorial deberá ser una alternativa para nuestra Patria. Somos amantes de la libertad, somos luchadores de los derechos propios y de los demás. El reto que tenemos es que esa democracia electoral que se consolida en nuestro País, en donde vemos que cualquier partido puede ganar elecciones, y que ganar o perder es cuestión de democracia, el reto es llegar al siguiente paso: una democracia eficiente que permita un más rápido desarrollo en nuestro País.
Quiero felicitar el trabajo de los señores diputados porque hacia allá se encaminan estos esfuerzos, hacia allá va este Foro, a encontrar esas coincidencias fuera de la lógica de partido, anteponiendo los intereses de nuestra Patria. Felicidades a todos ustedes y hago votos porque estos trabajos reditúen en la construcción de una democracia eficiente que reclama nuestra Patria, enhorabuena.
Saludo a la señora diputada, a los señores diputados, muy agradecidos por escoger a nuestro Estado como sede de estos estudios. Doy la bienvenida a todos los diputados de otras entidades, y saludo de manera muy entrañable también a los diputados de Jalisco.
En estos días hemos sido testigos de algo que está pasando en Estados Unidos, hay un debate, un debate por las finanzas públicas, un debate por mover o no el techo presupuestal, por modificar la política recaudatoria, en fin, en Estados Unidos traen una problemática y una manera de enfrentarlo.
Me llama la atención que lo que está ocurriendo en Estados Unidos no es diferente de lo que pasa aquí en México, y es que para bien o para mal, las decisiones que se toman en nuestros organismos públicos casi siempre están determinadas por la conveniencia político-electoral del partido que nos postuló. Y en muy pocas ocasiones los criterios técnicos, los criterios de conveniencia nacional son los que prevalecen.
En México hemos avanzado mucho yo creo que nadie puede negarlo, en materia de democracia, de democracia electoral. Somos de los países que pueden renovar sus autoridades en una ambiente de calma institucional. Tenemos una legislación adecuada, una legislación de avanzada, diría yo, basada tal vez en la desconfianza mutua, pero como sea tenemos una legislación electoral que cierra todos los espacios y que nos permite llevar a cabo comicios confiables.
Por supuesto que hay muchas cosas qué revisar, pero tenemos tiempo en que los gobiernos dejaron de ser los organizadores de los procesos electorales, y se constituyó un organismo para ello, ahora el IFE a nivel federal y con su símil en los estados; en que hemos avanzado, se confía en estos organismos, y sin embargo este avance en la democracia electoral no se ha visto igualado en otros avances dentro de nuestra democracia.
¿Qué buscamos? una democracia eficiente, una democracia que resuelva los problemas, una democracia que sea el fundamento de la construcción de mejores realidades, ese es el objetivo. No sólo la renovación de los órganos de Gobierno sino algo que resuelva. Y hay en el mundo dos esquemas que se debaten, por un lado, sistemas dictatoriales y totalitarios que son eficientes pero que violan, que no respetan, en donde no hay libertades, en donde no hay promoción y respeto a los derechos humanos, eso no puede ser desarrollo. No puede ser desarrollo lo que ocurre por ejemplo en China, en donde sí hay crecimiento económico sin libertad y sin derechos, no puede ser ese un modelo para el mundo.
Durante mucho tiempo se alabó el crecimiento económico del Estado chileno construido sobre una dictadura militar, no puede ser tampoco ese el modelo para nadie, no sólo importa el crecimiento del PIB sino importa sobretodo el desarrollo de la persona, y si hay algo esencial a la persona es la libertad, son los derechos, los propios y los demás.
Es falso entonces el debate de que sólo hay dos alternativas: una dictadura o un totalitarismo eficiente y una democracia ineficiente.
El reto que tenemos en México es de que nuestra democracia electoral trascienda construyendo una democracia eficiente dando resultados a la gente. Esas discusiones interminables que son propias de nuestra cultura en todos los ámbitos, en donde no hay decisiones y de donde poca acción se pude tomar. Esos bandazos que hemos visto en muchos lados y que no está bien, no entraré a detalles pero había municipios que gobernaba un partido aquí en Jalisco, no en Zona Metropolitana, que proponía algo y el otro partido que quedó en segundo lugar se oponía; vinieron las elecciones, el que estaba de oposición ganó, propone lo que proponía el otro, y el que antes gobernaba ahora se opone, ¿por qué, por qué es esto? ¿Por qué las cosas son buenas o malas en relación a la posición de quien gobierna? ¿Por qué las cosas son buenas o malas dependiendo de la conveniencia del partido? A eso me refiero cuando creo que debemos trabajar mucho para hacer eficiente nuestra democracia, de que las cosas sean buenas o malas por sí, con estudios técnicos, de conveniencia a nuestro País, no de conveniencia a los partidos.
Los que tenemos un cargo de elección popular surgimos o fuimos apoyados por un partido, nadie lo va a negar. Alrededor de los partidos nos agrupamos personas que pensamos algunas cosas de manera similar, tenemos una base doctrinal común, no lo vamos a negar; pero de ahí a que todo se tenga que analizar a través de la credencial del partido, como el cristal con el que se miran las cosas, hay un mundo de diferencia.
Los temas los han tocado los diputados, ha hecho una síntesis el diputado Héctor, y todo ello va a una propuesta de solución que consiste en más sociedad, menos partidos. Más sociedad informada, más sociedad participando, con partidos, sí, pero atendiendo lo que señala el mandato popular, como el mecanismo, creo, no exclusivo, para contender en las elecciones a los, todos los cargos de elección popular.
Más sociedad participando sí, con gobiernos que informen, que rindan cuentas, que propicien la participación real en la toma de decisiones, no sólo del rumbo sino de decisiones específicas, de presupuesto, que es la verdadera política pública en donde se manifiesta el rumbo de las instituciones, en el presupuesto, ahí en donde está el destino de los recursos humanos, materiales, financieros.
Con un trabajo de partidos que sepan que una vez postulando candidatos y una vez terminado el proceso electoral, quien ganó gobierna para todos, sí desde su plataforma, pero buscando el bien de toda la comunidad.
Ese es el reto del México actual y no es exclusivo, es el reto de las democracias. Debemos alejar la tentación de algunos, de esquemas dictatoriales en donde una persona decide todo; podrá ser eficiente, pero no es humano, no humaniza a la sociedad, no construye, no desarrolla.
No queremos el modelo actual de China, no queremos el modelo de Franco en España, o de Pinochet de Chile. No queremos modelos de grupos o partidos dictatoriales que desde una sola persona decide lo que es bueno y relegan a la sociedad solamente a obedecer.
Requerimos construir desde la base de la credibilidad; necesitamos fortalecer la credibilidad en las instituciones y en quienes ostentamos algún cargo de representación popular. Credibilidad desde la rendición de cuentas; credibilidad desde la transparencia. Si no hay credibilidad no habrá participación, si no hay participación no habrá democracia eficiente. Si no hay democracia eficiente, estaremos postergando o limitando las posibilidades de desarrollo de nuestra Patria.
Nunca el eficientismo dictatorial deberá ser una alternativa para nuestra Patria. Somos amantes de la libertad, somos luchadores de los derechos propios y de los demás. El reto que tenemos es que esa democracia electoral que se consolida en nuestro País, en donde vemos que cualquier partido puede ganar elecciones, y que ganar o perder es cuestión de democracia, el reto es llegar al siguiente paso: una democracia eficiente que permita un más rápido desarrollo en nuestro País.
Quiero felicitar el trabajo de los señores diputados porque hacia allá se encaminan estos esfuerzos, hacia allá va este Foro, a encontrar esas coincidencias fuera de la lógica de partido, anteponiendo los intereses de nuestra Patria. Felicidades a todos ustedes y hago votos porque estos trabajos reditúen en la construcción de una democracia eficiente que reclama nuestra Patria, enhorabuena.
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