El Festival Internacional Clown, que organiza la Dirección General de Actividades Culturales de la Secretaría de Cultura, culmina sus actividades este fin de semana con un las puestas en escena Jugando con mis pelotas, de la compañía Alexandre Roit, de Brasil; Clownclusiones, de la compañía de Izmir Gallardo, de Sinaloa y Vericueto de la compañía Tombiriqui, de España.
Jugando Con Mis Pelotas, se presenta el sábado 7 de mayo en el Centro Cultural Las Águilas (Sierra de Bolaños s/n, esq. López Mateos), a las 18:00 hrs. En la obra la compañía brasileña se propone revelar al mundo un gran descubrimiento: el método que va a transformar a un ciudadano común, en un fenómeno de gran fútbol, ¡el mejor jugador del mundo!
De entre el público se invita a otros personajes clave para que esto suceda: el goleador, el portero, el juez de línea y el auxiliar del árbitro. Todos son cómplices en la obra, que raya en el absurdo. El conflicto entre establecer un partido de fútbol y demostrar las técnicas del circo, cómo malabares, lazo, látigo, aro y acrobacia, es lo que crea un ritmo divertido e inusual, donde el público tiene una participación muy importante en el resultado final.
Por otra parte, la Compañía Izmir Gallardo, se presentará este mismo día en la Plaza Principal José Palomar esq. Andador Agua Azul, Delegación El Batán, a las 18:00 horas con el espectáculo Clownclusiones, un espectáculo interactivo de circo y humor blanco actuado por un Clown en una pista de circo y creado para toda la familia.
Finalmente la compañía española Tombiriqui, será la encargada de cerrar el festival con la obra Vericueto, que se presenta el domingo 8 de mayo en la Plaza de las Américas, en Zapopan, a las 12:00 horas.
En la puesta en escena un payaso de este mundo, Vericueto, va de plaza en plaza, de teatro en teatro, de un lugar a otro en búsqueda de la amistad, de compartir y del amor, para entregar su única herencia: una nariz que le dejó su abuelo, ¿La encontrará? o ¿No la encontrará?, esa es la verdadera pregunta.
Lo que está claro es que encuentra al público asistente en cada lugar que vaya. Este payaso es vendedor de narices, de risas, de sueños, pero más que vender, lo que hace es intercambiar o “truequear”. Y para ello usa todas las artimañas posibles con las que pueda conseguir deleitar los corazones que se encuentra en su camino. Este personaje trata valores como la esperanza, el optimismo, el respeto, el reciclaje y los sueños.
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